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ATENCIÓN A LA INFANCIA, DEBATE PENDIENTE

España, a la cola de Europa en servicios infantiles

El informe, elaborado por la Red de Atención a la Infancia en la CE, analiza la situación entre 1985 y 1990 tanto desde la perspectiva del trabajo de ambos padres como el tipo de financiación de los servicios para los niños. Peter Moss, coordinador de la Red, resume la situación con contundencia: "Las mujeres asumen una parte desproporcionada de responsabilidad familiar. Si trabajan, deben hacerlo a tiempo parcial o en empleos de segunda categoría y soportar la presión de un entorno que les culpabiliza por no quedarse en el hogar con sus hijos".Los niveles más altos de empleo entre las madres se registran en Dinamarca (69%) y Portugal (62%). Los más bajos, en Irlanda (23%) y España (28%). En general, el empleo ha subido en todos los países, situándose la media en el 44% en 1988. Pero ese porcentaje es aún bajo respecto al de las mujeres entre 20 y 39 años sin hijos que trabajan (71 %) .

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España, Italia y Grecia, por ese orden, son los países donde el cuidado de los niños "en el propio hogar es más significativo". El futuro, además, no se presenta halagüeño. La socióloga María Jesús Mirandasitúa al nivel de la utopía que se llegue a resolver satisfactoriamente el cuidado adecuado de los niños.

Las madres y las empresas

"El Estado ha optado por dejar el cuidado de los niños a quien lo quiera coger: las madres o sus empresas si pueden crear guarderías. Es decir, la demanda de plazas gratuitas para todos los míos se ha abandonado, y la tendencia es reconsiderar las viejas guarderías laborales. Eso o el mani-track (carrera lenta profesional), que ya hay en Estados Unidos y empieza a plantearse en Europa", afirma Miranda, colaboradora de la Red.

Juan Mato, director general de Protección Jurídica del Menor, discrepa de esa opinión. "No es cierto que se deje la atención a la infancia en manos privadas; una cosa es que los convenios colectivos favorezca el cuidado de los niños y otra que queramos volver a las guarderías laborales. Yo creo", dice Mato, "que la guardería ligada a la empresa tiene un peligro grave: afecta a la libertad de las mujeres". Junto a la escasez de recursos, el informe señala entre los problemas de los existentes que son inadecuados.

"Hay aspectos incoherentes y contradictorios, como que según aumenta la edad de los niños los servicios ofrecen menos horarios, más vacaciones. Esto plantea problema a los padres en Alemania. En Italia se pasa de ocho horas al día hasta los cinco años, a cuatro horas en la enseñanza primaria. En el Reino Unido, al contrario. En España, el problema es la pausa del mediodía", concluye Peter Moss.

El ejemplo danés

La Red Europea de Atención a la Infancia considera Dinamarca como el ejemplo a seguir por el resto de los países: el 40% de los daneses menores de tres años tienen plaza en servicios públicos infantiles. En Bélgica, Francia, Italia y Portugal, la cobertura alcanza al 10% de los niños. En el furgón de cola se sitúa España, con una oferta de plazas públicas para primera infancia (0-3 años) que no llega al 0,5%. Uniendo a ellas los centros privados, muy inferiores en calidad, menos del 5% de los niños de dos años va a una guardería.Junto a la necesidad imperiosa de aumentar la cobertura, Juan Mato señala que es preciso también diversificar la oferta. "El descenso de la natalidad ha provocado que tanto en el medio rural como en la ciudad se necesite facilitar la relación entre los niños. El problema no es sólo el trabajo de la madre; hay pueblos donde los más pequeños no conocen otros niños de su edad", dice Mato.

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