Muere el pianista chileno Claudio Arrau a los 88 años

El pianista chileno Claudio Arrau, de 88 años, murió ayer en una clínica austriaca, poco después de una operación del aparato digestivo. Arrau dio su primer recital a los cinco años y estaba considerado como uno de los grandes virtuosos de este siglo, heredero de la gran tradición pianística europea. El presidente Patricio Aylwin ha declarado en Chile hoy día de duelo nacional.

Claudio Arrau declaró en su última visita a Madrid, en 1988, que él no interpretaba al piano para gustar, "se trata de buscar el sentido profundo de la obra", decía. Su filosofía con respecto a la música, que siguió fielmente a lo largo de su prolongada carrera, parte de sus primeros años de formación. Después de dar su primer recital a los cinco años en Chile, y actuar en Buenos Aires a los siete, Arrau, que provenía de una familia humilde, fue becado por su país para ir a Alemania. Allí tuvo como maestro a Martin Krause, que había sido discípulo de Liszt. A la muerte de Krause, en 1918, el joven pianista decide seguir sus estudios por su cuenta, aunque eso no fue obstáculo para que le dieran el Premio Liszt dos años consecutivos, en 1919 y 1920.Esto inicia su carrera internacional, que no interrumpiría hasta hace tres años, tras la muerte de su esposa, la cantante alemana Ruth Schneider. En 1925 es nombrado profesor del conservatorio Stern, de Berlín, cargo que ejerció hasta 1940. Con la subida de Hitler, Arrau abandonó Alemania y se fue a vivir a Estados Unidos, donde pasó la mayor parte de su vida. En Estados Unidos fundó una academia con su nombre, en la que formó varias generaciones de pianistas.

En 1948 fue designado agregado cultural de Chile en México, donde coincidió con muchos intelectuales españoles exiliados. Aunque no solía hacer declaraciones políticas, Arrau se mantuvo alejado de Chile durante la dictadura de Pinochet, y de Argentina, durante el Gobierno de la Junta Militar, aunque finalmente decidió dar un concierto en Chile en 1984.

Frutos

Lo que tal vez distinga especialmente la carrera de Arrau de la de otros pianistas profesionales es que supo siempre expresar su condición esencial de músico antes que la de virtuoso del instrumento.Su intensa vida profesional lo llevó a dar un promedio de 80 a 100 conciertos al año durante décadas, cifra que bajó hasta los 50 o 60 en los últimos años. Su actividad en el campo discográfico también fue fructífera, y en 1983 se lanzó, con motivo de su 80 aniversario, una edición especial con 59 grabaciones suyas de obras de Brahms, Chopin, Mozart, Liszt, Beethoven, Schumann y Debussy. Al momento de morir se encontraba grabando unos discos con la obra completa de Bach. Arrau quería retornar a la vida profesional y tenía previsto dar un concierto en la ciudad de Muerzzuschlag, en Austria, el pasado viernes para la inauguración del museo Brahms, al que seguiría una gira. Fue en esa ciudad donde Arrau hubo de ser ingresado el sábado para una operación de urgencia por una oclusión intestinal, tras la cual murió.