Bush se muestra "optimista" tras un nuevo contacto telefónico con Gorbachov

Los presidentes de Estados Unidos y la Unión Soviética, George Bush y Mijaíl Gorbachov, discutieron ayer telefónicamente temas relacionados con el control de armas y la cooperación económica, y el temario de su prevista cumbre de Moscú, paralizada desde febrero por culpa de los desacuerdos entre ambas potencias en materia de armamento nuclear. Los dos líderes se han mostrado satisfechos tras su contacto, especialmente Bush, quien ayer dijo que se mostraba "optimista" sobre el desenlace de las conversaciones sobre armamento con los soviéticos.

Bush, que fue quien llamó a la presidente soviético, declaró ayer que había mantenido con él "una muy buena conversación". E ayer fue el segundo contacto telefónico entre Bush y Gorbachov en lo que va de mes. La llamada se produjo desde la residencia de Bush en Kennebunkport (Maine), donde el presidente estadounidense ha pasado un largo fin de semana y desde donde también dialogó con el emir de Kuwait y el primer ministro canadiense, Brian Mullroney.El propio Bush declaró ayer que durante su corta conversación con Gorbachov no había alcanzado "grandes acuerdos", pero que le servía como pequeña referencia para seguir manteniéndose "optimista" en el tema armamentísta, mientras persisten las diferencias entre los dos gobiernos acerca del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START).

Un portavoz del Kremlin expresó ayer la satisfacción soviética por el contacto entre los dos líderes. La agencia Tass señaló que "la conversación [entre Bush y Gorbachov] se centró en la nueva fase del desarrollo del mundo, en la que va a ser básica la suerte de la perestroika".

El portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, por su parte, dijo ayer que no podía confírmar las Informacl ones de que la cumbre soviético -no rteamericana se vaya a celebrar en junio próximo, pero declaró que las relaciones entre los dos países estaban en un buen momento para abordar sus diferencias. Fitzwater declaró que Bush habló con Gorbachov durante 15 o 20 minutos. "Hablaron del Acuerdo de Fuerzas Convencionales y de lo importante que es desbloquear este y otros temas para acudir a la cumbre".

El portavoz dijo que la conversación entre Bush y Gorbachov terminó con el agradecimiento del líder soviético a su colega por el "apoyo y la ayuda que Estados Unidos esta prestan o a la Unión Soviética". A pesar de que ambos presidentes siguen sin ponerse de acuerdo en los temas de armamento, Washington y Moscú están tratando de limar las diferencias que les separan.

Múltiples contactos

La pasada semana, el general soviético Mijaíl Molseyev visitó el Pentágono para discutir las cuestiones que aún separan a los dos países en Tratado de Reducción de Armas Estratégicas; y el próximo fin de semana, el secretario de Estado norteamericano, James Baker, se entrevistará en Lisboa con el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Alexandr Bessmértnij. Los jefes de ambas diplomacias aprovecharán su estancia en la capital portuguesa -a la que acudirán con motivo de la firma del tratado de paz de Angola, del que son garantes- para tener reuniones bilaterales acerca de las diferencias que impiden el desarrollo del acuerdo sobre armas convencionales.

Los contactos no terminarán ahí. Se espera esta misma semana la llegada a Washington de Yevgeny Primakov, uno de los hombres fuertes del equipo de Gorbachov. Primakov llega a EE UU para convencer a Bush de que ayude económicamente a la Unión Soviética y para que el presidente norteamericano presione al resto de los componentes del Grupo de los Siete (G-7, los países más industrializados) para que ayuden a Gorbachov a financiar la perestroika. El G-7 se reúne en julio en Londres.