La huelga general de los integristas paraliza los servicios en Argelia
La tensión crece de forma alarmante en Argelia como consecuencia de la huelga general ilimitada desencadenada por el Frente Islámico de Salvación (FIS) en protesta por la modificación de las leyes electorales. La movilización, que ayer cumplió su cuarto día consecutivo, ha paralizado la mayor parte de los servicios municipales en las alcaldías gobernadas por los integristas, desde la recogida de basuras hasta las guarderías, pasando por los mataderos.El Gobierno hizo público ayer a mediodía un comunicado oficial en el que afirmaba su decisión de restablecer el orden público y asegurar la tranquilidad de la campaña electoral que se iniciará el próximo sábado, y que finalizará el día 27 de junio, con la celebración de la primera consulta legislativa libre multipartidista de la historia de Argelia. El Gobierno anuncio en su comunicado que estaba dispuesto a acabar con el "proceso de violencia", al tiempo que afirmaba que la huelga es ilegal, ya que tiene unos claros objetivos políticos.
Movilización permanente
En la capital, Argel, las basuras se amontonan por las calles, y los ciudadanos temen quedar desabastecidos de víveres. Los militantes islámicos están permanentemente movilizados en un intento de extender y potenciar la protesta. Duermen en los jardines públicos y en las plazas, esperando que se haga de día para poder repetir sin cesar su mensaje de movilización general y retar al Gobierno de Chadil Benyedid.Cerca del centro de la capital, en una alcaldía de barrio dominada por los integristas, los responsables de la Administración emiten por los altavoces los discursos de Alí Belhadj, el dirigente más colérico y radical del Frente Integrista.
Las manifestaciones, poco numerosas pero muy ruidosas, recorren sin parar las principales avenidas de la capital. Dos equipos de la televisión argelina han sido duramente increpados por los islamistas en las últimas horas, cuando estaban filmando unas escenas callejeras. Los militantes del FIS acusaron a los periodistas de estar vendidos "al capital judío", e intentaron agredirlos. Como consecuencia de este enfrentamiento, la dirección de la televisión argelina ha hecho pública una enérgica nota de repulsa en la que comunica su decisión de no informar más sobre los actos políticos de los partidos si los periodistas no cuentan con protección policial.
Mientras tanto, el Ejército permanece apostado en las afueras de las grandes ciudades, formando parte de un dispositivo de seguridad extraordinario e inusual, que fue establecido el pasado día 23 por el Ministerio del Interior.
Su objetivo es el de garantizar la seguridad y el orden en la campaña electoral que se iniciará el próximo sábado. En medios políticos no se descarta, sin embargo, que sobre las Fuerzas Armadas recaiga la responsabilidad de restablecer el orden público en la capital.
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