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Las obras del tren de alta velocidad provocan la destrucción de un circo romano en Córdoba

Las obras del trazado del tren de alta velocidad a su paso por Córdoba han destrozado los restos del que se supone era un anfiteatro romano, según el informe hecho público por el seminario de arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras de esa ciudad. Este documento, elaborado por catedráticos y profesores de dicho centro, expresa indignación por lo que califica de "un atentado gravísimo, y desgraciadamente irremediable, contra las señas de identidad más remotas y preciadas de nuestra ciudad [Córdoba]". Las obras se han realizado después de que la Junta de Andalucía diera su dictamen favorable el pasado mes de febrero, tras varios sondeos en los que sus técnicos no detectaron restos arqueológicos.

Emilio Pérez, secretario general de Infraestructura del Ministerio de Transportes, explicó en Córdoba que, desde el pasado 10 de mayo, técnicos de la Administración autónoma han comenzado una intervención arqueológica en los restos romanos encontrados, y añadió que todo apunta a que éstos son parte de un edificio importante físicamente.Los hechos denunciados por el seminario de arqueología de la Universidad de Córdoba ocurrieron a finales de abril, según el escrito enviado por este departamento universitario al Ayuntamiento, a la Junta de Andalucía y a la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura. Los destrozos se produjeron al iniciarse las obras para la construcción de un túnel por donde circulará semienterrado el tren de alta velocidad a su paso por Córdoba, y se ubican en las cercanías de la antigua estación ferroviaria de Fercadillas.

El estudio realizado por los universítarios indica que estos restos "consistían en una estructura arquitectónica de gran envergadura, con grandes muros de trazado curvo, entre los que el mejor conservado alcanzaba al menos dos metros de ancho". El informe añade que "el pasillo, delimitado por dos muros paralelos, iba cubierto por una bóveda de medio cañón de considerables dimensiones; la técnica edilicia empleada abarca diversos recursos típicamente romanos, y que en la cara sur del lienzo mejor conservado y de mayor grosor se observaban también restos de un alzado de sillería típica romana con una hilada de sillares dispuestos todos a tizón".

Con estos elementos, el seminario de arqueología considera como hipótesis más plausible "que estemos ante los restos de uno de los grandes edificios públicos para espectáculos de colonia patricia; es decir, el anfiteatro, el teatro o el circo". Los redactores del citado documento afirman que se ha cometido un ensañamiento "ínsensato y descontrolado" contra las ruinas y restos arqueológicos del que en apariencia era uno de los monumentos arquitectónicos más relevantes y espectaculares de la Córdoba romana, "cuya destrucción no es sólo una pérdida lamentable e irrecuperable desde el punto de vista científico y arqueológico, sino además un penoso desdoro para la cultura cordobesa oficial".

Atropello

Asimismo califican como "un descomunal atropello de las más elementales reglas destinadas a salvaguardar el patrimonio arqueológico e histórico-artístico". Tras el considerable escándalo suscitado por el informe de la Universidad de Córdoba, el alcalde de la ciudad, el comunista Herminio Trigo, aseguró que el Ayuntamiento ha sido "el primer sorprendido ante la noticia", y recordó que las catas arqueológicas previas realizadas por la Junta de Andalucía "retrasaron el comienzo de los trabajos de soterramiento de las vías durante meses". El alcalde aludió a otras excavaciones realizadas a todo lo largo del trazado del tren de alta velocidad a su paso por Córdoba, en las que aparecieron restos "de no mucho valor arqueológico", y señaló que el próximo 4 de junio, fecha en la que se reunirá la comisión de seguimiento de las obras, el Ayuntamiento pedirá explicaciones sobre lo ocurrido.En cuanto a la Junta de Andalucía, ésta mantiene hasta el momento silencio. Sí ha facilitado explicaciones el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, a través de su secretario general de Infraestructura, Emilio Pérez, que aseguró que ni en los trabajos para georradar ni en los sondeos previos se detectaron restos arqueológicos en la zona donde está prevista la construcción subterránea de la nueva estación ferroviaria de Córdoba.

Emilio Pérez admitió la existencia de los restos, si bien no evaluó su importancia ni su posible repercusión en las obras de la nueva red arterial ferroviaria de Córdoba. Frente al pesimismo de los universitarios, el representante ministerial indicó que "no hay motivo de alarma", y añadió que "sin duda vamos a respetar el patrimonio histórico-artístico de Córdoba". Según el secretario general de Infraestructura, se ha acordado una actuación arqueológica de urgencia en la zona que durará tres meses, para la que se ha acotado el lugar en un radio de 90 metros.

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