Gorbachov perfila el plan para luchar contra la crisis económica soviética

Un nuevo programa para salir de la crisis económica en que se encuentra la URSS se estaba perfilando ayer, bajo la presidencia del líder soviético, Mijail Gorbachov, en una reunión del Gabinete de Ministros de la URSS con la participación de los dirigentes de las repúblicas federadas y autónomas. Se trata de una total reelaboración del programa contra la crisis aprobado por el Parlamento el mes pasado, tomando en cuenta los puntos de vista de las diferentes repúblicas que integran la URSS.

"El país no puede salir de la crisis sin tomar medidas extremas, que incluyen algunas impopulares", declaró ayer el viceprimer ministro de la URSS, VIadimir Shcherbakov, al presentar el programa, que es el resultado de discusiones previas entre representantes de 13 de las 15 repúblicas que integran la Unión Soviética.Aunque en ellas afloraron grandes diferencias -principalmente respecto a las cuotas de la deuda externa e interior que cada república debe pagar, a la parte del oro y los diamantes que le corresponde a cada una, y a la política financiera y crediticia del país-, ayer, el centro y las repúblicas habían conseguido ponerse de acuerdo en la mayoría de los puntos.

El nuevo programa es un claro desarrollo de la declaración de los diez, firmada recientemente entre el presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, y los líderes de nueve repúblicas federadas e incluye varios puntos acordados en ese documento, particularmente una moratoria de las huelgas hasta flinal de año y la derogación del impuesto del 5% a la compraventa para los productos de amplio consumo.

Otros puntos acordados, según la agencia independiente Interfax, son los siguientes: aprobación de leyes que obliguen a las autoridades a cumplir las decisiones tomadas a un nivel superior; creación de presupuestos de emergencia a nivel central, republicano y local para el segundo semestre de 1991; medidas para incentivar la producción de artículos de amplio consumo; reducción de la exportación de materias primas; disminución en un 10% - 15% de las importaciones; división entre las repúblicas de los recursos naturales (el oro y los diamantes incluidos) y del pago de la deuda externa; programa de desestatización (privatización) para el segundo trimestre de 1991, permitiendo a las repúblicas seguir sus propias políticas en esta esfera; medidas para incentivar el comercio exterior y concesiones a las firmas extranjeras para impulsar las inversiones de capital, y, por último, nuevas medidas para proteger a las capas más desposeídas de la población. .

Las dos repúblicas que no han tomado parte en la elaboración de este programa son Estonla y Georgia. Armenia, Letonia, Lituania y Moldavia, que al igual que los estonios y georgianos desean independizarse y que tampoco firmaron la declaración de los diez, decidieron participar en la elaboración de este nuevo documento.