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ETA asesina a un guardia civil de 21 años y hiere a otro de 23 en el puerto de Pasajes

Un guardia civil fue asesinado ayer en el puerto de Pasajes (Guipúzcoa) y otro resultó herido de gravedad al ser alcanzados por la onda expansiva de una bomba que los terroristas accionaron cuando vieron. acercarse a sus víctimas. Los autores forman parte del comando Donosti, uno de los más sangrientos de ETA en activo. El atentado se produjo pocos minutos antes de las siete de la mañana. Francisco Robles Fuentes, de 21 años y natural de Segura de la Sierra (Jaén), y David Náñez Nfinguela, de 23 años y nacido en Olmedo (Valladolid), agentes de la Guardia Civil adscritos al servicio fiscal, se disponían a inspeccionar el puerto, tarea que realizaban a diario, cuando la bomba destrozó sus cuerpos.

El artefacto, compuesto por 10 kilos de amonal, se encontraba entre la pared de un almacén y una de las garitas que la Guardia Civil tiene instaladas en el puerto de Pasajes.Cuando los agentes se encontraban a escasa distancia de la bomba, los, terroristas accionaron el control remoto desde una altura desde la que se divisa ese área. La explosión desplazó los cuerpos de Francisco Robles y David Náñez más de 15 metros del lugar en el que se hallaban.

La garita, de 1,5 toneladas de peso y con cristales blindados, salió disparada varios metros por la onda expansiva.

Francisco Robles, destinado desde hace seis meses en Guipúzcoa, murió prácticamente en el acto, mientras que David Náfiez fue trasladado al hospital de Aránzazu, donde le fue amputado un tercio de la pierna derecha. Su estado es muy grave. El guardia civil asesinado tenía previsto viajar ayer mismo a Valencia para asistir hoy a la primera comunión de una prima, según fuentes de su familia citadas por la agencia Europa Press.

El gobernador civil de Guipúzcoa, José María Gurrutxaga, califlicó el atentado de "miserable, vil y cobarde", y pidió la colaboración de los ciudadanos para poder detener a los autores del mismo. El funeral por Francisco Robles se celebrará hoy en la iglesia de la Sagrada Familia de San Sebastián.

Los componentes del comando Donosti de ETA, el más sangriento que la organización tiene en activo, no tienen rostro para la policía. Los agentes que investigan sus movimientos conocen su forma de actuar, saben que hay intercambios en sus integrantes, pero la impunidad con la que cometen sus acciones les dificulta su localización.

Cuatro hombres y una mujer

El comando se reestructuró en 1989. Está formado por dos grupos, uno compuesto por una pareja de liberados (a sueldo) que viven en la clandestinidad y pueden estar fichados por la policía, y otro, por un trío de legales (no fichados). El primero lo componen dos hombres, uno de ellos de elevada estatura, y el segundo, una mujer y una pareja de hombres.

Especialistas en la lucha contra el terrorismo creen que la pareja de liberados no se encuentra en estos momentos en San Sebastián o su comarca, y sospechan que se han refugiado en el suroeste francés y que tan sólo se desplazairl para efectuar acciones concretas.

Las dificultades económicas que padece la organización terrorista y su escasez de nuevos militantes, según se desprende de los documentos incautados a los lugartenientes de Francisco Múgica Garniendia, Pakito, en las sucesivas detenciones de la policía francesa, les impide tener comandos repartidos por el territorio español.

La policía sospecha que algunos atentados realizados por ETA en las últimas fechas en distintos puntos de España han sido efectuados por la pareja de liberados que durante el pasado año centró sus actividades en San Sebastián.

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