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Historias de 'mujeres perversas' predominan en las novedades del Día del Libro

Se publican biografías de Jean Rhys, Marina Tsvetáieva, Janet Frame y Victoria Ocampo

Podrá discutirse si los libros se inspiran en la vida, o viceversa, pero el hecho es que entre las novedades del Día del Libro, que hoy se celebra en toda España, abundan las chicas malas. También hay chicos malos, para que no se diga. Novelas y biografías, incluso ensayos sobre chicas de trayectoria atractivamente turbia, guiñan el ojo al público lector, en cuyas filas muy probablemente serán mayoritarias las chicas buenas con la curiosidad suficiente.

Tú sola entre las mujeres no es la historia de una chica en difícil situación en Yeserías. El subtítulo, El mito y el culto de la Virgen María, sugiere que esta novedad de Taurus, de la británica Marina Warner, es otra cosa. La autora, nacida en 1940 y educada en conventos católicos de, sitios tan propios de británicos como El Cairo, escribió este ensayo sobre cómo se concilian extremos tan lejanos como la virginidad, la maternidad y el poder, y lo hizo, al decir de Julia Kristeva, "con el espíritu crítico de una feminista, pero con la dignidad de una antigua católica y la objetividad imbatible del investigador".Otra Marina, Tsvetáieva (1892-1941), amiga de Pasternak, casada con un agente estalinista travestido de trotskista, suicida y mal vista en la URSS de hace tres días, es protagonista de una biografía (Mondadori) de Simon Karlinsky. La poetisa era también novelista, como demuestra El diablo (Anagrama), que con los ensayos de El poeta y el tiempo dan el pistoletazo de salida a la tsvetaievomanía.

Otra biografía de Mondadori sobre chica turbia: Jean Rhys (1890-1979), de Carole Angier, sobre la escritora británica nacida en las Antillas y autora de Ancho mar de los Sargazos, que se las apañó para vivir durante años de un ex amante y para, al decir de Stella, compañera de Ford Madox Ford, tener "mala salud, desamparo, los nervios destrozados, un marido indeseable, ninguna nacionalidad".

Cosa del maligno

A la neozelandesa Janet Frame (nacida en 1924), la familia llegó a embarcarla en una pesadilla de manicomios, porque la timidez e inadaptación de la chica parecían cosa del maligno. Su autobiografía Un ángel en mi mesa (Seix Barral) da cuenta de una infancia y juventud ejemplaresde tesón y sensibilidad.Annemarie Schwarzenbach es la biografía, escrita por Dominique Grente y Nicole Müller, de una ciudadana zuriquesa (1908-1942) que dedicó su vida a viajar de Lisboa al Turquestán, pasando por Bombay o el Congo. Carson McCullers se inspiró en ella para El corazón es un cazador solitario, que bien podría ser el epitafio de Annemarie. También residió en sanatorios, como drogadicta.

También en 1942, a los 39 años, moría en el campo de concentración de Auschwitz Irene Nemirovsky, nacida en Kiev, autora de El baile y de una biografía, que ahora saca Noguer, La vida de Chéjov.

Tánger siempre ha tenido fama de ciudad golfarra y tolerante, y Jane y Paul Bowles no sólo no desentonaban en el ambiente, sino que más bien sabían estar. Grijalbo-Mondadori presenta Cartas a Paul, correspondencia de Jane de 1935 a 1979 titulada en inglés Out in the world y editada por la biógrafa de la escritora, Millicent Dillon. Son cartas que tanto tocan la vida del matrimonio como retratan a gente como Truman Capote Allen Ginsberg o Alice B. Toklas, o hablan de las relaciones de Jane con su criada árabe.

La arriba citada Alice B. Toklas, amiga de la guresa de la lost generation Gertrude Stein (que la erigió en heroína de una obra suya), es la protagonista de otro libro autobiográfico, Recuerdos, publicado por Noguer.

Difícil considerar a la musa argentina Victoria Ocampo (1890-1979) como chica mala, pero después de lo de la Virgen no hay que poner la mano en el fuego: sobre todo, será cosa de leer antes de opinar la Autobiografía (Alianza) de quien frecuentó a Borges y a Bioy, entre tantos otros. Francisco Ayala ha logrado la no pequeña hazaña de reducir los así como siete volúmenes del original a algo más de 200 páginas.

Y una guinda de un chico malo, ya no tan chico por edad, pero poseído por el fatal virus del talento poético: Claudio Rodríguez saca en Tusquets Casi una leyenda.

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