La CE levanta las medidas económicas contra Suráfrica

El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CE decidió ayer en Luxemburgo levantar las sanciones económicas contra Suráfrica, impuestas en septiembre y octubre de 1986 como represalia por la política de apartheid.

Los Doce entienden que no es necesaria la consulta previa al Parlamento Europeo, como no lo fue en el momento de imponerlas, por lo que la medida entró en vigor ayer.

El levantamiento de sanciones había sido consensuado el pasado 8 de abril por los jefes de Estado y de Gobierno de la CE, en la cumbre informal de Luxemburgo. El pasado 15 de diciembre, los Doce, como signo de apoyo a las reformas emprendidas por el Gobierno surafricano, habían decidido dejar sin efecto la prohibición de efectuar nuevas inversiones.

La Comunidad suprime ahora el veto a la compra de monedas de oro acuñadas (krugerrands) y a la importación de productos siderúrgicos surafricanos. Los países de la CE mantendrán las sanciones aprobadas en 1985 por la ONU concernientes a la venta de armas y de tecnología nuclear y a las relaciones culturales. Por su parte, el Comité Olímpico Internacional estudia permitir que Suráfrica vuelva a participar en competiciones deportivas internacionales.

El comisario Abel Matutes informó al Consejo de las ayudas humanitarias a los kurdos. Los envíos de alimentos, mantas y medicinas representan ya una tercera parte de los 19.125 millones de pesetas aprobados el pasado día 8.

Por su parte, el vicepresidente de la Comisión, Manuel Marín, solicitó un esfuerzo similar de la CE para combatir el hambre en el Africa subsahariana, donde son 30 millones de personas y seis países los más afectados.

Los ministros de Exteriores aceptaron ayer "el enfoque pragmático" de Estados Unidos para el problema palestino. La CE defiende una conferencia internacional, que ni Israel ni la Administración estadounidense aceptan.

La Comunidad no se opondrá a los avances que pueda aportar la iniciativa regional norteamericana aun que quede, por ello, sin protagonismo.