La CE diseña su papel en Oriente Próximo

Los jefes de Estado y de Gobierno de la CE celebrarán hoy una cumbre informal en Luxemburgo para "dar una señal clara al mundo de que la Comunidad se ocupa del problema de Oriente Próximo y de la crisis del Golfo", según afirmaron ayer fuentes comunitarias. La seguridad y la estabilidad de los países del Golfo, la cooperación con los países del Magreb y la solución al problema palestino son los tres grandes temas de la reunión. Los Doce aceptan ceder a Estados Unidos, como "interlocutor privilegiado de Israel", la iniciativa para buscar un compromiso israelí sobre los territorios ocupados.

La reunión, convocada por la presidencia luxemburguesa en respuesta a la petición de Francia, se celebra a un mes del final de la guerra contra Irak y "en un momento especialmente dramático de la evolución interna de este país", subrayaron fuentes de la CE.La represión sobre el pueblo kurdo y las ayudas humanitarias -por el momento han sido concedidos 650 millones de pesetas- para socorrer el aluvión de refugiados atraerán la atención sobre una cumbre de la que sólo saldrán orientaciones.

El problema a resolver, afirma un diplomático, sigue siendo "cómo hacer la paz y, asegurar la estabilidad en la región". Para algunos países de la CE, la única solución es que Sadam Husein abandone el poder, pero esta propuesta, obviamente, no encontrará formulación en la declaración oficial.

El presidente Jaeques Delors, en nombre de la Comisión Europea, presentará a los Doce un nuevo documento de iniciativas que pone al día el plan de paz presentado por el comisario Abel Matutes en febrero, hoy en parte superado por los acontecimientos. El nuevo proyecto se basa en incrementar la cooperación con los países árabes a través de iniciativas políticas, pero no por el cauce de ofrecer más dinero.

"La Comisión Europea es consciente de que no es posible lanzarse a una revisión de las perspectivas financieras, y que con los 6.000 millones de ecus [780.000 millones de pesetas para el periodo 1992-96] de la nueva política mediterránea hay elementos de cooperación suficientes". El convencimiento parte de la negativa de varios países, especialmente el Reino Unido y Holanda, a incrementar el presupuesto para la acción exterior de la CE. Respecto al Magreb, España ha ofrecido más ayudas, y Francia, el país más afectado por el deterioro de relaciones provocado por el conflicto, acaba de proponer un plan de reactivación.

Irak continúa dejando en segundo plano el conflicto palestino-israelí. Sobre este problema, la CE decidió en la reunión de ministros de Exteriores del pasado 26 de marzo dejar la iniciativa a Estados Unidos para convencer a Israel de la necesidad de una conferencia internacional u otra fórmula para negociar un compromiso. Los Doce no abandonan su posición de principio, pero aceptan un deslizamiento en el tiempo.

Asociación Israel-CE

"Estados Unidos es el interlocutor privilegiado de Israel, pero la Comunidad es su mercado natural y tiene mucho que decir en esta cuestión", explicó ayer un alto responsable comunitario. La palanca de presión, en una segunda etapa, van a ser las ventajas que reportará a Israel su posible asociación a los beneficios del mercado único.

La cumbre informal ha sido convocada bajo el tema exclusivo de definir el papel de la CE en el conflicto del Golfo. La reunión se iniciará a las cinco de la tarde y se prolongará sólo por espacio de tres horas hasta la cena que celebrarán por separado los jefes de Estado y de Gobierno y los ministros de Asuntos Exteriores de los Doce. La novedad de que la conferencia de prensa haya sido convocada antes del inicio de la cena deja las manos libres a los Doce para adentrarse en otros temas, como las incertidumbres que se ciernen sobre la unión política y monetaria europeas.

El presidente de la reunión, el primer ministro luxemburgués, Jacques Santer, ha insinuado la posibilidad de discutir los problemas que atenazan la construcción europea. Luxemburgo había barajado en febrero la posibilidad de una cumbre extraordinaria para unir al debate de estos problemas internos la discusión de la negociación del GATT y de la reforma de la política agraria. Posteriormente, Francia reclamó un encuentro informal, sin acuerdos, basándose en el precedente de la reunión de París sobre el Este en noviembre de 1989. La diferencia es que entonces la Comunidad estaba acelerada, todo parecía poco, y ahora tiene el motor al ralentí.