La ONU condena a Irak por la represión contra los kurdos
Por primera vez en su historia, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha establecido, en una resolución sin precedentes, que la represión interna en un país miembro y el éxodo de refugiados como consecuencia de la represión política constituyen "una amenaza para la paz y la seguridad internacionales". La resolución, aprobada en la madrugada de ayer por el alto organismo, condena sin paliativos a Irak por las atrocidades cometidas contra su población civil.
La condena se refiere especialmente a la población kurda y pide el comienzo inmediato de un diálogo entre Bagdad y las minorías "con el fin de que los derechos humanos y políticos de todos los ciudadanos iraquíes sean respetados".La conflictiva resolución, que marca un precedente en la doctrina jurídica de la organización mundial, sólo consiguió un voto más de los nueve necesarios para su aprobación. De los 15 miembros del Consejo, tres votaron en contra -Cuba, Yemen y Zimbabue-, dos se abstuvieron -China e India-, y nueve -Estados Unidos, Unión Soviética, Reino Unido, Bélgica, Austria, Ecuador, Costa de Marfil, Rumania y Zaire- se unieron a Francia, patrocinadora del documento, en la condena de Irak.
El texto de la resolución, defendido calurosamente por el delegado francés, Jean Marc Rochereau, por instrucciones directas del presidente François Mitterrand, sufrió diversas modificaciones antes de conseguir su aprobación final. Para justificar la intervención del Consejo en los asuntos internos de un Estado miembro, la resolución consideró que el desplazamiento masivo de la población civil iraquí hacia las fronteras de Irán y Turquía constituía "una amenaza a la paz y seguridad internacionales". Al mismo tiempo, el Consejo subrayó el deseo de que se mantuviera "la integridad territorial de Irak".
El embajador iraquí, Abdul Amir al Anbari, protestó enérgicamente por lo que calificó de "injerencia descarada en los asuntos internos" de su país y acusó a Irán y Turquía de alentar la rebelión en Irak para repartirse su territorio. Previamente, y en un vano intento de impedir la votación, Al Anbarl había propuesto que las Naciones Unidas enviaran una misión investigadora a Irak para evaluar la situáción e informar al Consejo.España fue uno de los países no miembros del alto organismo que intervino en el debate para denunciar lo que el encargado de negocios, Francisco José Viquelra, calificó de "problema de proporciones dantescas". En nombre del Gobierno español, Viqueira pidió al régimen de Bagdad "el fin inmediato de las prácticas inhumanas" que lleva a cabo contra su población civil.
Las cifras turcas
Según el representante turco en Naciones Unidas, Mustafá Aksin, 100.000 refugiados kurdos, árabes y turcomanos han cruzado ya la frontera de Turquía y otros 600.000 se dirigen hacia su país. Por su parte, el delegado de Irán, Karnal Jarazi, manifestó que 110.000 kurdos se habían refugiado en territorio iraní, y que su Gobierno calculaba que la cifra podría alcanzar el medio millórien los próximos días.
La petición de convocatoria del Consejo por parte de países no miembros, como Turquía e Irán, reforzó la posición de Francia, principal arquitecto de la resolución, y sirvió para incluir en el texto la referencia a la amenaza a la seguridad internacional y en la región.
La Unión Soviética puso objeciones a la inclusión de una referencia específica a los kurdos en el texto, dada la existencia de una minoría kurda en su frontera sur. Pero al final se avino a votar favorablemente el texto.
Las abstenciones de China e India se explican por sus problemas internos específicos con relación a algunas de sus minorías.
