El último filme de Bellocchio, atacado en Italia por "apología de la violación"
'La condena' hace salir de su silencio a las feministas italianas
Los grupos feministas italianos que sobrevivieron al fervor de los años setenta han reaparecido, tras un largo silencio, para lanzarse contra el último filme de Marco Bellochio, La condena, que obtuvo, entre fuertes protestas del público y la prensa, un Oso de Plata en el último Festival de Berlín. El filme, acusado de "apología de la violación", está interpretado por Vittorio Mezzogiorno y Claire Nebout.
Según afirman las feministas italianas, la película defiende la tesis de que a las mujeres "hay que violarlas", porque "eso es lo que quieren". Marco Bellochio, en declaraciones a EL PAÍS desde Roma, ha dicho que su filme "no incita a la violación. Eso es falso. El personaje del arquitecto cuando habla de violación en la película, lo hace como una metáfora, intelectualmente".El filme La condena narra la historia de una mujer que durante una visita guiada a un museo hace lo posible por quedarse después del cierre para admirar a solas lo que ha visto junto a los demás.
En una de las salas desiertas, y mientras contempla una Virgen con el niño renacentista siente a sus espaldas la presencia de un hombre que, en efecto, está allí y la observa. A la primera reacción de miedo sigue otra muy calmada. El hombre, un arquitecto, le habla de la tela y del museo, y la seduce.
En un plano secuencia que dura seis minutos y medio se desarrolla la escena de amor probablemente más larga -en tiempo real- jamás filmada. La duración del plano-secuencia añade intensidad al momento en que el hombre se da media vuelta y se va, sin que la situación erótica haya llegado a su conclusión.
Ella le sigue, le provoca, y se desnuda. La escena siguiente es un larguísimo primer plano de éxtasis amoroso de la mujer
El filme continúa en un tribunal de justicia: la mujer ha denunciado por violación al arquitecto.
Bellocchio (I pugni in tasca, La cina é vicina) declaró ayer que la reacción de indignación de las feministas no la entiende sino como "rechazo por lo mismo que el filme defiende: que a las mujeres hay que obligarlas a gozar. Toda la película es una metáfora sobre esta idea y la condena a la que se refiere el título es la que las mujeres hacen pagar a los hombres que les proporcionan placer". El director italiano insistió en que en su película "no se trata la violación física, sino los deseos forzados, y en la narración creo que queda claro, hasta el punto de que toda la primera parte de la escena amorosa está mimada, más que representada".
Las mujeres, según Bellocchio, "no se permiten el deseo, sino una sexualidad vinculada a la fantasía de maternidad que esconde el deseo".
El filme, que levantó fuertes protestas en el Festival de Cine de Berlín, y que compartió el Oso de Plata con otra película italiana, Ultra, de Ricky Tognazzi, tiene una vida difícil en Italia, según informa la agencia Efe, donde tanto la crítica como las mujeres han protestado por la incitación a la violencia del filme.
Babelia
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