Kevin Costner triunfa en los Oscar a costade Martin Scorsese y Francis Ford Coppola

El británico Jeremy Irons -intérprete de El misterio Von Bulow- frenó el ímpetu de Kevin Costner al derrotarle en la categoría de mejor actor, pero nada ni nadie evitó que el actor v director norteamericano y su película Bailando con lobos se convirtieran en los grandes triunfadores de la 63ª edición de los Oscar al conseguir siete de las 12 candidaturas en las que habían sido designados: mejor película, dirección, sonido, banda original, cinematografía, guión adaptado y montaje. Francis Ford Coppola y, su tercera entrega de El padrino -cinco candidaturas y ningún oscar- fueron los grandes derrotados de la noche, junto al director Martin Scorsese, que no logró el Oscar al mejor director con su filme Uno de los nuestros.

Éste fue un Oscar diferente a todos los anteriores. Este año se ce lebraba el 100º aniversario del nacimiento del cine, y hasta Madonna consiguió que Sooner or later -la canción de Dick Tracy- lograra la estatuilla a la mejor canción.

Ben-Hur, en 1959, consiguió 11 de las 12 candidaturas en las que fue seleccionada, y Costner, a pesar de que lo intentó, no rompió el récord ni ganó a la cuádriga de CharIton Heston, pero sí consiguió su objetivo de pasar a la historia.

Con dos estatuillas en sus manos, el productor-director-actor declaró poco después de abandonar el escenario del Shrine Auditorium, en Los Angeles, que trabajar con los indios en la gran llanura fue una gran experiencia: "Los sioux son una gente delicada, y estar con ellos me ayudó a madurar".

Vestido con unos zapatos de charol con punteras metálicas, Costner explicó que le dejaría las estatuillas a sus hijos "sólo un ratito, para evitar que los rompan", y recordó que la población india norteamericana "no desapareció por accidente".

Costner derrotó nada más y nada menos que a Ford Coppola y a Martin Scorsese. Para Kevin Costner, que llevaba escritos los discursos del triunfo, los oscars no son lo más importante de su existencia. "Mi vida", dijo, "se extiende más allá del cine".

El actor Jeremy Irons lucía una pajarita con los colores de la Union Jack, y sin embargo no supo explicar el porqué del crónico éxito de los actores británicos. "Quizá es suerte", dijo; antes declaró que no pondría reparos a encontrarse cara a cara con el barón Claus von Bulow y cenar con él. Irons añadió que le encantan los papeles "complicados" y dijo que acaba de terminar el rodaje de Kafka, de Steven Soderberg, director de Sexo, mentiras y cintas de vídeo.

Misery, es la película que ha servido a la casi desconocida Kathy Bates para ganar el Oscar. "Ha sido un choque emocional", dijo cuando sus sentimientos aún la seguían traicionando. Misery, es la historia de una enfermera que secuestra a un famoso escritor de best-sellers -James Caan- para que escriba un manuscrito a su gusto. La película es un excelente thriller que se es trenará próximamente en Es pana.

Whoopi Goldberg, la inolvidable protagonista del Color púrpura (1985), es la segunda mujer de raza negra que gana el Oscar. La primera fue Hattie McDanlel (1939), la gordita de Lo que el viento se llevó. Goldberg, que ha conseguido la estatuilla a la me jor actriz secundarla por Ghost, es una actriz cómica muy estimada por el público norteamericano pero no por la crítica. "Espero que eso cambie a partir de ahora", comentó.

Joe Pesci -intérprete de la película de Martin Scorsese Uno de los nuestros- fue también uno de los ganadores sentimentales de esta edición de los oscars. Pesci consiguió el Oscar al mejor actor secundario por su interpretación de un simpático criminal que va matando a quien se le pone por delante. Pesci, que creía y deseaba que el premio recayera en Al Pacino -por la película Dick Tracy-, no pudo abrir la boca en el escenario. Entre bambalinas califlicó a Scorsese como "el mejor cineasta del mundo". Pesci se declaró "Incapaz de hacer daño a nadie a pesar del personaje que represento en Goodfellas" (Uno de los nuestros).

Protestas

En esta categoría el gran derrotado fue Bruce Davison, y Longtime companion una de las primeras incursiones de Hollywood en el mundo del sida. El veto de las productoras a financiar películas sobre esta enfermedad provocó la protestas de grupos homosexuales frente al Shrine Auditorium. Casi todos los manifestantes portaban carteles con la palabra "Aidsphobia". La policía intervino y practicó algunas detenciones.

En el apartado del mejor guión,el genial Woody Allen y su película Alice conoció una vez más la derrota por culpa de Bruce Joel Rubin y Ghost, una de las películas más taquilleras del año.

Sofía Loren, premio honorarío, derramó alguna que otra lágrima. La actriz italiana, de 56 años, declaró que una de las claves de su éxito fue "poder interpretar en inglés".

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