_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Lo de siempre

Los oscars que cuentan, que son los llamados artísticos (mejor película, director, intérpretes, fotografía, música, guión), para distinguirlos de lo, técnicos, no suelen ser -hay excepciones, pero infrecuentes premios al mejor cine, sino al cine más inmediatamente rentable (rentabilidad y calidad no siempre coinciden en este terreno), el que no supone riesgo ideológico o innovación formal.Y otra vez la vieja regla se ha cumplido. De ahí que comentar cada primavera los premios de la Academia de Hollywood conduce inevitablemente a una rutina: casi nunca hay nada nuevo que decir, y este año no ha sido excepción. La victoria no se la llevan las películas que más arriesgan por el cine, sino las que garantizan el funcionamiento del negocio y no se entrometen en las sutilezas del lenguaje cinematográfico en que el negocio se basa. De ahí que esos premios artísticos sean también discernidos desde una óptica de mercado. No es malo que así ocurra, lo malo es que ocurre bajo esa especie de premios artísticos que confunde las cosas y emplea el prestigio de la palabra arte como coartada para adecentar lo que sólo es un cálculo mercantil, legítimo pero no artístico.

Más información
Kevin Costner triunfa en los Oscar a costade Martin Scorsese y Francis Ford Coppola

¿Mejor director?

Que los gremios de Hollywood consideran a Bailando con lobos la mejor película -cosa que se suponía unánimemente desde que se conocieron cuáles eran las candidatas- es coherente desde el punto de vista de sus cuentas corrientes, pues a las facilidades lideológicas que la película ofrece al tratar un asunto histórico muy duro de tragar para Estados Unidos de manera suave y digerible- se unen, y esto es decisivo, los 120 millones de dólares que lleva recaudados en sólo 16 semanas de exhibición. Por el contrario, a la dureza con que Uno de los nuestros y El padrino III expresan otro asunto interior igualmente intragable, se añade que la primera ha cosechado un taquillaje de 42 millones en 23 semanas y El padrino anda en cifras de amortización.

Pero la coherencia se viene abajo cuando vemos que se considera al buen actor y sagaz productor Kevin Costner como el mejor director del año, cosa que no se sostiene y que incluso tiene aspecto de disparate, sobre todo si se tiene en cuenta que competía con los directores de Uno de los nuestros y El padrino, Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, que son maestros indiscutidos en su oficio, oficio en el que Costner es todavía un balbuciente aprendiz.

Del resto nada hay que añadir a lo dicho (el disfraz artístico de los intereses industriales se confirma en casi todos los premios), pues la presencia en la lista de premios de Ghost y Dick Tracy exclusivamente comerciales, como el triunfador, y que llevan recaudados centenares de millones lo rubrica.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_