Pretty Julia
Un ambiente luminoso, moderno, funcional. Una pareja, ambos jóvenes, y el mar cercano, insinuante. Todo parece estar ahí para invitar a una felicidad de esas que la publicidad vende cada día por toneladas métricas: belleza, juventud, riqueza, Status. De repente, sin que medie ningún elemento racional, un interrogante se abre paso: el hombre recrimina a la mujer que las vistas de las tres toallas, tres, del lavabo no están en riguroso orden consecutivo. ¿No ha olvidado ella algo trascendental?, le dice. Muy poco después -apenas han pasado 10 minutos de proyección-, él le arrea una de esas bofetadas que sacuden no sólo a la chica, sino que saltan desde su indefensión a la sala y dejan al respetable doblemente conmocionado: por lo arbitarlo del castigo y porque, está claro, este excede toda medida. Sólo un enajenado puede infligirlo.Hasta ese momento, la película es todavía terreno proraetedor ante los Ojos del espectador. Con toda lógica, la trama gira sobre sí misma casi en el primer cuarto de hora. Entonces, desde ese mismo momento, comienzan a verse las goteras del edificio: una secuencia zariamente construida, el accidente marítimo, y más toscamente aún explicitada conduce el filme hacia un callejón sin salida del que ya no saldrá hasta el final. Sin embargo, sus bazas son sugestivas, incluso intachables: el tema de las mujeres agredidas por sus maridos es de penosa actualidad; hay en el Filme una actriz, Julia Roberts, cuya trayectoria resulta interesante de seguir; en líneas generales, resulta respetuoso del punto de vista de la agredida. ¿Qué es lo que falla?
Durmiendo con su enemigo (Sleeping with the enemy)
Director: Joseph Ruben. Guión: Ronald Bass. Fotografía: John Lindley. Música: Jerry Goldsmith. Producción: Leonard Goldberg. EEUU, 1990. Intérpretes: Julia Roberts, Patrick Bergin, Kevin Anderson. Estreno en Madrid: cines Callao, Colombia, Cristal, Bilbao, Liceo, Parquesur, Royal, Vaguada, Victoria, Multicines Pozuelo, Vergara y Multicines Ideal (versión original).
Escasa entidad
La principal debilidad de la película no es otra que la de la escasa entidad de su trama, y más aún si se la compara con lo que de ella se podría obtener. Como si tuviera prisa por llegar a la secuencia final -tramposamente resuelta, dicho sea de paso-, el filme salta por encima de verosimilitudes y otros obstáculos de gran calibre con la misma elegancia con que un luchador de sumo haría ejercicios libres en una pista de patinaje.Los personajes, sobre todo los masculinos, están dibujados sobre el esquematismo y una puesta en escena que pocoayudaa remendar las debilidades del guión y que se deja en manos de un cineasta tan poco excitante como Joseph Ruben. La única que aguanta la función es Julia Roberts, caso ciertamente curioso en el estrellato de nuestros días. Sólo su fuerza en la taquilla ha hecho que este filme modestísimo, rodado antes del exitazomundial de Pretty woman, sea visto ahora en pantalla grande y no en esa especie de cajón de sastre que es el circuito de los videoclubes. Sólo la convicción que imprime a su personaje salva al filme de la mediocridad más aplastante, esa a que lo condenaban de antemano prácticamente todos sus ingredientes originales.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.