Bush dice que el nuevo Gobilerno iraquí no supone un cambio

Estados Unidos no cree que el reajuste ministerial realizado en Bagdad sea significativo porque "[el presidente] Sadam Husein sigue teniendo la sartén por el mango". En consecuencia, Washington no alterará su actual política de ambigüedad respecto a Irak, que consiste en desear la caída de Sadam sin provocarla, por temor a la fragmentación del país.En su primera reacción al rea.juste ministerial iraquí, el presidente George Bush declaró el silbado, posiblemente aludiendo al nombramiento del shií Saadún Hamadi como primer ministro, que "algunos cambios en el Gabinete eran significativos" pero que Estados Unidos podría normalizar sus relaciones con Irak "mientras Sadam Husein tuviera la sartén per el mango y siguiera en el poder".

Bush se congratuló en sus declaraciones a la prensa de la decisión del Gobierno de Teherán de no devolver a Irak los 137 aviones de combate que se refugiaron en acródromos iranies durante la guerra. "Con toda franqueza", dijo Bush, "rne encanta que no se los devuelven".

La indecisión norteamericana ante la situación interna de Irak quedó reflejada en la ir.tervención de Bush, que una yatra vez se negó a comprometer su apoyo a ninguna de las facciones que luchan contra Sadam.

"Creo que sería conveniente que se dejara en manos del pueblo iraquí la decisión sobre su futuro", manifestó.

En una muestra de que Estados Unidos no desea un vacío de poder en Bagdad que pudiera conducir a una ruptura de la unidad territorial de la nación iraquí, Bush parece decidido a permitir a Sadam Husein la utilización de helicópteros de combate en su lucha para reprimir la sublevación popular, a pesar de que el propio Bush hace una semana acusó a Irak de violar el alto el fuego con la utilización de esos helicópteros.

El comandante supremo de las fuerzas norteamericanas en el Golfo, general Norman Schwarzkopf, declaró el sábado que los pilotos estadounidenses han recibido órdenes de no derribar helicópteros iraquíes a no ser que se acerquen a las posiciones aliadas.

Schwarzkopf rnatizó unas declaraciones hechas el viernes por el jefe del estado mayor conjunto, general Colín Powell, sobre un posible traslado al Golfo del mando central del ejército norteamericano, actualmente situado en Tampa (Florida). Schwarzkopf manifestó que el cuartel general del mando central permanecería en Tampa, pero que un incrernento de la presencia norteamericana en el Golfo requeriría "un cuartel general avanzado" en la zona.