"La civilización celta prefigura la unidad europea"

ENVIADO ESPECIALEn el gran vestíbulo del Palazzo Grassi destacan dos interpretaciones sobre los celtas: la mirada de la antigüedad clásica, representada por la emblemática escultura del gálata moribundo aportada por el Museo Capitolino de Roma, y la mirada contemporánea, simbolizada por la pila de catálogos listos para su venta, pero también por el tenderete de camisetas con la inscripción I Celti. Sabatino Moscati ha tomado asiento en un extremo del vestíbulo después de hacer el agotador recorrido por la exposición, que se extiende, como un laberinto pleno de maravillas, por las salas de los pisos superiores del palacio veneciano. Moscati es profesor de lenguas semíticas y está considerado un especialista mundial en la civilización fenicia: "Me he dedicado siempre a estudiar las civilizaciones que han estado en contacto con la Italia antigua; celtas y fenicios son dos aspectos de ese mundo no clásico que ha gravitado sobre Italia. Ambos pueblos tienen en común haber sido vencidos. Ya lo dijo, según la leyenda, el jefe galo Breno tras saquear Roma: '¡Ay de los vencidos!'. Paradójicamente, eso se aplica hoy a su pueblo. Conocer a esos otros, confrontar nuestra cultura, es una preciosa manera de conocernos mejor a nosotros mismos". Moscati no está de acuerdo con que se haya escamoteado en la exposición alguna característica negativa de los celtas, como los sacrificios humanos o su costumbre de coleccionar cabezas. "Esas cosas también las hicieron los romanos y los griegos; pero, curiosamente, sólo excitaban su fantasía cuando las practicaban otros. En la exposición no hemos ocultado la componente barbárica de los celtas, pero hubiera sido injusto poner el acento en ella y no en su arte refinadísimo".

Druidas y bosques

La aproximación a una civilización misteriosa como la celta, con sus druidas, su culto a la guerra y su íntima relación con los bosques, excita la imaginación; el montaje de Gae Aulenti parece potenciar esa aproximación emocional. "Ciertamente, hay una componente sentimental en nuestra visión del mundo celta, como la hubo en la visión de los clásicos (a los celtas se los confundió con los míticos hiperbóreos, se proyectó en ellos la imagen del buen salvaje). Los celtas, como otras civilizaciones similares, han sido utilizados para mostrar lo que no somos, para bien y para mal. Hemos proyectado en ellos la fantasía, lo anárquico, lo monstruoso". ¿No será también una proyección mítica, de interés políticos, ese concepto de 1a primera Europa" que luce como lema la exposición? "No, la Céltica europea no es un mito, sino una realidad. La principal característica de la civilización celta es su irradiación por todo el continente" una expansión, además, que se produjo sin que estuviera acompañada por la creación de un Estado. Es ciertamente una civilización difusa, pero la lengua, la cultura material, las creencias, arrojan una unidad, que constituye un símbolo de la nueva Europa unida desde el Atlántico hasta los Urales".A Moscati se le empieza a tener ya por un impenitente rescatador de civilizaciones denostadas. "Bueno", ríe el científico, "siempre me ha interesado lo diverso, lo desconocido, pero no por ir contra la corriente; hay un motivo científico: en ese terreno hay mucho que avanzar".