El MEC reservará sólo 10 plazas por centro para el distrito compartido

El distrito compartido -antes denominado único y común- comenzará su fase experimental el próximo curso 1991 / 92 ofertando cada centro universitario solamente 10 plazas de primer curso de carrera, según propone el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC). En las principales facultades de Madrid y Barcelona, que cuentan con limitación de plazas, la cifra anterior no llega al 5% del total, porcentaje que ya ahora se reserva para estudiantes extranjeros.

Con esta propuesta, la Administración central da marcha atrás en sus pretensiones iniciales, que contemplaban la reserva de entre un 20% y un 10% de las plazas de cada centro para fomentar la movilidad estudiantil con vistas a la eventual implantación de un distrito común europeo.La propuesta ministerial ha sido enviada al consejero de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña, Josep Laporte, y debe ser debatida por el pleno que el Consejo de Universidades -organismo consultivo de la Administración central- celebrará el próximo día 8. El Gobierno catalán, que se opone al distrito compartido porque considera que su aplicación perjudicará a la normalización lingüística de las universidades de Cataluña, ha anunciado que está dispuesto a recurrirla ante el Tribunal Constitucional.

El Ministerio de Educación pretende iniciar la aplicación del distrito compartido ofertando un 5% de plazas de primer curso por centro, "siempre que este número no exceda de 10 [plazas]". Esto significa que en los centros más solicitados no llegarán a ofertar ni el 1% de sus plazas. Este sería el caso de las facultades de Derecho de la Universidad de Barcelona y de la Complutense de Madrid, que solicitaron limitar el acceso a 1.600 y 2.900 plazas, respectivamente.

Tres centros

De prosperar la propuesta ministerial, el cupo que estos centros ofertarían el próximo julio en distrito compartido representaría el 0,62% y el 0,34% del límite de plazas solicitado por la Universidad de Barcelona y la Complutense, respectivamente.La propuesta del MEC introduce otra variación sustancial. La aplicación del distrito' compartido no será realizada desde un organismo central -se barajaba la posibilidad de que lo hiciera el propio Consejo de Universidades- Los distritos de Madrid y de Cataluña asumirán estas funciones, limitándose el Consejo de Universidades a realizar un seguimiento del proceso.

Este se iniciará con la petición, por parte del estudiante, de los centros donde desea realizar sus estudios. En una papeleta blanca indicará el centro de su distrito al que desea acceder y, en hojas de preinscripción de color amarillo, solicitará las facultades a las que opta en virtud del distrito compartido. El joven podrá optar, en este último caso, hasta un total de tres centros. Y enviará la solicitud a la propia universidad, que resolverá si tiene plaza. En los distritos de Madrid y Cataluña resolverán sus propias oficinas de preinscripción universitaria, según la propuesta ministerial.

La nota de corte para los jóvenes que opten a un centro del distrito compartido deberá ser igual o mayor a la que se establezca para el acceso a la facultad que le correspondiera en su propio distrito.

Además, las 10 plazas que cada centro ofrecerá como máximo en el marco de esta iniciativa se añadirán a la limitación establecida por el Consejo de Universidades. De esta forma, ningún estudiante, sea de Madrid o de Cataluña, perderá plaza porque un joven de otro distrito concurra a la plaza con mejor nota.