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ECOLOGÍA

La temperatura media de Kuwait desciende 10 grados debido a la contaminación atmosférica

La contaminación atmosférica generada por el incendio de más de 600 pozos petrolíferos ha causado ya un descenso de 10 grados en la temperatura media de Kuwait, según el Instituto de Investigación Científica del emirato. Las autoridades sanitarias de Kuwait han recomendado a la población el uso de mascarillas quirúrgicas, y la nube de humo, que cubre un área de 6.000 a 8.000 kilómetros cuadrados desde el sur de Ciudad de Kuwait hasta la costa de Arabia Saudí, obliga a los automovilistas a circular con las luces de sus vehículos encendidas en pleno día.

La temperatura en Kuwait, que en esta época del año suele ser de unos 20º, ha descendido ya a 10º y puede bajar más aún, ya que el sol está permanentemente cubierto por el humo producido por la combustión diaria de 4,5 millones de barriles de crudo al continuar ardiendo 650 pozos petrolíferos.La llegada de la estación cálida, en las próximas tres semanas, agravará las condiciones de vida de la población del emirato, porque será necesario instalar filtros especiales en los sistemas de aire acondicionado para evitar que la contaminación entre en las casas. Las temperaturas alcanzarán este verano en Kuwait los 40º durante el día, en lugar de los 50º habituales.

Unas 300.000 personas en Ciudad de Kuwait están respirando la llamada sopa de petróleo y como consecuencia del humo, que en algunos puntos de la ciudad impide la visibilidad más allá de unos cuantos metros, se ha registrado un fuerte incremento de lesiones en Ojos, nariz y garganta, especialmente entre niños y ancianos. "Es como intentar respirar delante del tubo de escape de un coche", comentaba el pasado domingo Samial Yakoob, del Instituto de Investigación Científica de Kuwait.

Riesgo de cáncer

Los médicos han advertido que la inhalación prolongada de hidrocarburos repercutirá en un incremento de los casos de cáncer de pulmón. La contaminación química se transfiere también al agua y a los alimentos, y existe un alto riesgo de que aumente la acidez del suelo cultivable por metales pesados y otros productos tóxicos. Las estimaciones de los expertos acerca del tiempo que se tardará en apagar todos los pozos varía de uno a dos años. Por ahora, después de tres semanas de hogueras de crud o, los una vez resplandeciente s edificios de Kuwait están untados de una capa negruzca que se filtra en el cemento.La nube de humo que encapota el cielo de Kuwait está situada entre 3.000 y 5.000 metros de altura y se alarga mil kilómetros dentro de Irán, según datos proporcionados por los satélites de reconocimiento.

Hacia el este

Manuel Castro, climatóogo de la Facultad de Físicas de la Universidad Complutense de Madrid, considera que la nube de humo "podría llegar a afectar a zonas situadas 2.000 kilómetros al este de Kuwait, por la dirección de los vientos, y a las ubicadas a unos mil kilómetros hacia el oeste, por lo que es imposible que llegue a España", informa Alicia Rivera. Los científicos han descartado que esta concentración de humo produzca cambios climáticos a nivel global pero se pueden estar produciendo ya efectos metereológicos locales, como lluvías y vientos no hatituales en esta estación."Muchos de los pozos de la zona neutral entre Kuwait y Arabia Saudí necesitan sistemas de bombeo para sacar el petróleo a la superficie, y se apagarán pronto. Sin embargo, el principal problema está en los 500 pozos del norte de Kuwait que producen fuego auto sostenido y podrían arder indefinidamente", según se afirma en un reciente informe del World Conservation Monitoring Centre (WCMC). Esta organización conjunta de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el World Wildlife Fund (WWF, organización para proteger la vida salvaje), ha advertido que el descenso de las temperaturas y la oscuridad, afectará a los cultivos en la región y dificultará la producción de alimentos.

La organización ecologista Greenpeace ha pedido una nueva Convencíón de Ginebra que prohiba el uso del medio ambiente como arma de guerra. Una medida de este tipo, ha declarado en Londres Gerd Lelpold, portavoz de Greenpeace, debería conderiar los actos deliberados de agresión militar contra la naturaleza, protegiendo además a países terceros, las aguas y la atmósfera.

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