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ECOLOGÍA

Los expertos creen que se tardará al menos un año en apagar los pozos de crudo de Kuwait

Entre 500 y 600 pozos de petróleo arden en Kuwait. Los satélites han detectado humo a 1.200 kilómetros de la zona y cae lluvia negra en el sur de Turquía, según el World Conservation Monitoring Centre (WCMC). El humo afectará a Kuwait y parte de Arabia Saudí, Irak e Irán. El WCMC considera que las temperaturas en la zona podrían bajar entre 10 y 15 grados, según la duración e intensidad de los fuegos. Esta organización cree que no podrán ser apagados todos los pozos antes de Navidad, mientras que el diario británico Financial Times da un plazo de hasta dos años.

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Mancha, pero menos

Aunque los datos que se ofrecen sobre los efectos producidos por los fuegos de petróleo son por ahora contradictorios y aún no se ha hecho una evaluación independiente de la situación creada por los mismos, el humo no ha alcanzado la estratosfera, como se temía. En ese caso, los efectos habrían sido mayores y más prolongados.El World Conservation Monitoring Centre -organización conjunta de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el World Wildlife Fund- ha confirmado que el humo se mantiene en las capas relativamente bajas de la atmósfera, pero estima que afectará a miles de kilómetros cuadrados durante varios meses.

Kuwait producía antes de la invasión, en agosto de 1990, 1,6 millones de barriles de crudo diarios, según informa Reuter. La combustión del petróleo produce hollín y gases contaminantes, y algunos de ellos incrementarán la lluvia ácida, que supone un grave perjuicio a la agricultura de la región.

También advierte el WCMC que la temperatura en la zona, en función de la duración e intensidad de los fuegos, podría bajar hasta 10 o 15 grados centígrados por la reducción de la radiación solar a causa de la nube de hollín.

El director de este organismo, Robin Pellew, ha declarado que "gran cantidad de personas en esa región dependen de los cultivos y de la pesca para vivir, y ahora tendrán sus cosechas devastadas por la lluvia ácida y las pesquerías dañadas por los vertidos de petróleo en el mar".

Las nubes de humo por combustión de crudo, en condiciones de clima templado, se eliminan normalmente por sí mismas, porque las partículas acaban depositándose en el suelo al cabo del tiempo o porque las lluvias las arrastran. Pero en la atmósfera seca del desierto y con escasas precipitaciones es más difícil que actúen estos mecanismos.

En algunos puntos de la región se han registrado contenidos de anhídrido sulfuroso en la atmósfera cuatro veces superiores a los niveles de seguridad, y las autoridades sanitarias han recomendado que las personas de edad avanzada y quienes padezcan problemas respiratorios no salgan a la calle.

Expertos contra incendios

Varias empresas estadounidenses y canadienses especializadas en la extinción de fuegos de ese tipo han establecido ya acuerdos con Kuwait o están en negociaciones. La compañía Red Adair, con sede en Houston (Tejas, EE UU), una de las más reconocidas en el mundo, ha firmado un contrato por un año, a razón de 50.000 dólares diarios, para apagar los pozos; pero las operaciones no comenzarán inmediatamente porque los expertos necesitan tiempo para transportar a la zona cientos de toneladas de equipos especiales. Brian Krause, director de la Red Adair, aseguró al diario Financial Times que harán falta al menos dos meses para preparar el instrumental necesario y enviarlo al Golfo.Otras empresas norteamericanas que podrían emplearse en esta tarea son la Wild Well Control, la Boots & Coots y la Cudd Well Control.

Los expertos han explicado que si alguna de las válvulas de superficie de los pozos estuviese en buen estado, la extinción del incendio sería relativamente sencilla cerrando la salida de crudo. Pero en las instalaciones destruidas, los métodos de control del fuego son más complicados. Una posibilidad es provocar explosiones junto a la boca del pozo para apagarlo como soplando una vela. En aquellos casos en que esto no sea suficiente hay que hacer una perforación para interceptar el conducto del pozo e inyectar cemento para taponarlo.

De cualquier modo, para apagar los incendios de crudo se necesita mucha agua, que habrá que extraer de pozos en las cercanías. "La mayor cantidad de tiempo se nos irá en la provisión de agua, porque cada pozo puede llegar a necesitar hasta un millón de barriles [más de 200.000 toneladas]", según ha explicado uno de los expertos de Red Adair.

Además, los alrededores de muchos de estos pozos de petróleo están minados, por lo que será preciso llevar a cabo un minucioso rastreo en las cercanías de cada uno en busca de explosivos. Los trabajos tendrán la dificultad añadida de la inexperiencia en apagar tal cantidad de incendios.

Se considera que si los pozos han sido fuertemente dañados en su interior, podría ser poco rentable repararlos, por lo que la Kuwait Petroleum Company tendría que ocuparse de hacer nuevas perforaciones, operación que duraría bastantes semanas, y varios meses más hasta ponerlos en funcionamiento.

La empresa kuwaití está ansiosa por restablecer el funcionamiento de sus pozos, de cuya producción obtenía al año 9.000 millones de dólares (aproximadamente 900.000 millones de pesetas).

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