Incidente en Gatwick

Me dirijo a usted a fin de relatarle la afrenta moral y económica sufrida por quienes suscriben, ciudadanas argentinas, en la entrada al aeropuerto internacional de Gatwick, Reino Unido, el día 8 de febrero de 1991, siendo aproximadamente las 20.30.La situación comienza con las preguntas de rutina al entrar en cualquier país. Luego se solicita un intérprete, porque el interrogatorio se prolongaba y dificultaba al no dominar nosotras el idioma local, lo que parecía impacientar a la gente de migraciones, que, sin esperar la llegada de la traductora, insistía en preguntar, ayudada por ademanes y gestos que denotaban hostilidad y gran impaciencia. Ante esta situación, y con gran esfuerzo, tratábamos de decodificar sus requerimientos, mostrándole todo aquello que podía ser de su interés: tarjeta de estudiante, billete de avión de ida y vuelta, tarjeta de albergues de la juventud, Travel Card de tres días de duración, pasaporte, dinero en efectivo (50 libras, 120 dólares y 30.000 pesetas), a pesar de lo cual nos comunicaron que teníamos que esperar para hacernos más preguntas.

Luego de una larga espera (dos horas, aproximadamente), nos registraron por completo (equipaje inclusive), reteniendo nuestras agendas personales y toda la documentación que portábamos. Se sucedieron más esperas y todo tipo de interrogatorios a ambas por separado, cuando, aproximadamente a las tres de la madrugada, nos trasladaron a la comisaría del aeropuerto.

Allí, en prisión, pasamos la noche en una celda, encontrándonos todavía totalmente desinformadas y privadas de libertad, pero aún con la esperanza de que todo se aclararía, ya que no necesitábamos visado, no portábamos ningún elemento comprometedor y nuestra intención era únicamente conocer el país durante unos cinco días.

Contrariamente a lo esperado, nos remitieron nuevamente a Madrid en un vuelo regular de la compañía Iberia a las ocho de la tarde.

Se nos entregó el pasaporte ante las autoridades españolas en el aeropuerto de Barajas, comprobando la colocación de un sello británico cuyo efecto y consecuencias desconocemos.-