EE UU desea reservarse el derecho de atacar Irak

EE UU y sus aliados en la guerra del Golfo desean reservarse el derecho de atacar Irak si Sadam Husein rompe los acuerdos contenidos en un proyecto de resolución que se hizo circular ayer extraoficialmente entre los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El borrador de resolución sitúa a Sadam Husein contra las cuerdas y no le ofrece ni una sola concesión. El proyecto se debatió en consultas informales, pero su votación y su aprobación final dependían de que Irak cumpliera las condiciones impuestas por el presidente George Bush el pasado miércoles, y en especial las de carácter militar.

La propuesta norteamericana contó con el inmediato apoyo de los delegados de Francia y el Reino Unido, pero la Unión Soviética y China, los otros dos miembros permanentes del consejo, se mostraban contrarios a uno de los puntos del proyecto. Concretamente, al apartado que autoriza a la coalición a atacar si Irak incumple las condiciones de la paz.Los cinco miembros permanentes mantuvieron una larga reunión a lo largo del día en la embajada estadounidense, situada en frente del edificio de las Naciones Unidas. Fuentes diplomáticas aseguraron anoche a este diario que China anunció a los otros miembros permanentes que si la resolución se presentaba tal y como había sido redactada se abstendría, mientras que la Unión Soviética era partidaria de flexibilizar la postura aliada. EE UU no tiene prisas, dado que sus tropas ocupan militarmente parte del territorio iraquí.

El nuevo presidente del consejo, el austriaco Peter Hohenfellner, mantuvo ayer consultas bilaterales sobre la propuesta norteamericana. Uno de los primeros delegados en entrevistarse con Hohenfellner fue el embajador de Ecuador, José Ayala Lasso, quien se mostró partidario de que el Consejo de Seguridad vuelva "a tomar el control político de la crisis" y se manifestó partidario del proyecto de resolución norteamericana.

El texto presentado por EE UU ofrece a Irak un alto el fuego formal una vez se hayan cumplido las condiciones impuestas por el presidente George Bush el pasado miércoles. En ningún momento propone el levantamiento de las sanciones impuestas a Irak por el Consejo de Seguridad, lo que se interpreta como una forma más de presionar para que Sadan sea derrocado. "Siempre hemos dicho que si Sadam se mantiene en el poder, el embargo de armas debe continuar", afirmó ayer la portavoz del Departamento de Estado, Margaret Tutwiler.

Las exigencias

Según el borrador, para alcanzar el alto el fuego definitivo, Irak debe aceptar las 12 resoluciones de la ONU, liberar a todos los prisioneros de guerra y a los civiles retenidos, además de dar garantías a la coalición de que no se reemprenderan las hostilidades. Irak deberá también devolver a Kuwait todo el dinero, las propiedades y el oro robado de sus bancos durante la invasión, así como todos los aviones comerciales kuwaitíes incorporados a las líneas aéreas iraquíes.Irak debe entregar asimismo toda la información posible acerca de la ubicación de los campos de minas, trampas explosivas y almacenamientos de armas quimicas y biológicas, tanto en territorio kuwaití como en la zona iraquí ocupada por las tropas de la coalición.

Si los iraquíes no cumplen estas condiciones, la coalición podrá, según el texto propuesto, reanudar las operaciones militares sin necesitar una nueva autorización del Consejo de Seguridad.

El secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, se ha mostrado partidario de que se activen los cascos azules y que sean enviados a la zona del conflicto lo antes posible, aunque la propuesta norteamericana no se refiere en ningún momento al envío de fuerzas de paz al Golfo.