El escándalo de un tanque desnudo
Peter Turrini ha recalado en el Burgtheater, "un teatro que ha estado más de 200 años en manos de la aristocracia y de la alta burguesía y que desde hace un tiempo se ha abierto un poco".En este coliseo se vio el polémico Mein Kampf, de George Tabori, piezas de Bernhard o los enfrentamientos de público y actores en el Sueño de una noche de verano, de Shakespeare, porque los intérpretes, vestidos a lo punki, no lucían una indumentaria a la altura de la etiqueta que se exige para la vetusta platea.
Con las maletas listas para emprender el camino hacia la renovada meca de la cultura que es Berlín, este hijo de italianos siente su nacionalidad austríaca como una enfermedad. "Ni siquiera estando en la terraza de una cafetería de Palermo puedo dejar de escribir y pensar como un austríaco y sobre Austria". Su sorpresa ante este hecho no es menor que la que sintió al conocer, a los 14 años, a sus familiares italianos. La integración de los hijos fue una de las obsesiones de sus padres, que llegaron a Austria tras la primera ola de inmigrantes, en los años treinta, y no hablaron con él una palabra de italiano.
La figura del inmigrante no es extraña en sus obras, como tampoco lo son los despidos en la industria siderúrgica, el armamento o la burguesía.
Turrini escribe poesía, dice: "Sólo cuando estoy tan desesperado que me encuentro al borde del suicidio y no tengo ánimos ni para esconderme detrás de mis personajes". Rehúye la novela, pero hace guiones para el cine y la televisión. "Lo que más me gusta", dice, "es tenerme que emborrachar en un parque antes de ir a un estreno de mi teatro, enamorarme de la actriz que interpreta una de mis obras y moverme en este medio oscuro y lleno de gánsteres e intrigantes que es el teatro".
Como autor teatral, Turrini siente "la obligación de de pensar en la gente y en lo que piensa la gente". Estas reflexiones, sin embargo, no le hacen comprender "cómo puede el público escandalizarse más ante un culo desnudo que ante un tanque desnudo". No se siente discípulo de Bernhard, algo que se ha dicho de él porque le ha tomado el relevo en cuanto a polémicas se refiere.
Nacido en 1944, Turrini tiene editadas dos recopilaciones de su obra literaria en las que figura un capítulo dedicado a las polémicas.Sus piezas han sido montadas en América, Europa y Asia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.