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"Hemos nadado siete meses contra una amplia corriente de opinión"

A medida que se consolida la paz, su agenda se va rellenando de próximos viajes. Con Aronson ha barajado las posibles fechas de su viaje a Washington para entrevistarse con su homólogo, James Baker, que en la noche del miércoles al jueves se puso en contacto con el embajador de España en la capital federal, Jaime de Ojeda, para informarle de la aceptación del alto el fuego por EE UU. Antes irá a El Cairo, Tel Aviv, Managua y, por supuesto, a Bruselas y Luxemburgo la semana próxima.Pregunta. Cuando empezó la crisis repitió hasta la saciedad que nada volvería a ser igual en Oriente Próximo. Ahora que acaba, ¿qué va a cambiar?

Respuesta. Es todavía pronto para precisarlo porque la edificación de la paz será más larga que la propia guerra. Para que no se repita la tragedia que acabamos de vivir hay que erigir en aquella región un sistema de seguridad que la estabilice. Españoles e italianos hemos propuesto que en una última etapa se aproveche la experiencia de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa para el conjunto del Mediterráneo y zonas aledañas.

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P. ¿Se puede estabilizar la región sin dar una salida a la reivindicación palestina?

R. Ha llegado la hora de la cuestión palestina. La moderación de Israel evitando replicar a los ataques iraquíes le ha prestigiado ante los ojos del mundo. El Estado judío debe ahora, paradójicamente, aprovechar su fortalecimiento diplomático para ser generoso. He leído mucho estos días a Edmond Jabés, un escritor egipcio de origen judío, que afirma, en sustancia, que su pueblo no sólo debe ser leal a su pasado, sino a su porvenir. Espero que en Tel Aviv actúen en consecuencia.

P. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha sido el principal aliado de Irak. ¿Sigue siendo un interlocutor válido?

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R. Sí. La OLP ha cometido errores, pero sigue siendo un protagonista indispensable para resolver la cuestión palestina Yasir Arafat tenía que haber marcado las distancias entre su revindicación y la insensata aventura de Sadam Husein. Era tanto más necesario desmarcarse, ya que para Husein la causa palestina era un mero pretexto. Prueba de ello es que en privado ni siquiera mencionaba el tema.

P. Además de Irak y de la OLP, hay otros derrotados, como, por ejemplo, un cierto orgullo nacionalista árabe.

R. Sí, hay amargura entre muchos árabes de a pie, pero no entre los dirigentes en el poder. No en balde ninguno de ellos ha enviado a sus fuerzas a luchar al lado de Irak. Sadam no ha tenido ningún verdadero aliado árabe. Ahora hay que devolver la esperanza a esa parte del mundo árabe que vive como suya la derrota de Husein. Por eso la paz debe ser algo más que un arreglo impuesto por los vencedores.

La derrota de Europa

P. Hay un último derrotado, los intentos por elaborar una política exterior cojunta en la Comunidad Europea.R. Hay que convencer a algunos Estados miembros [de la CE] que una política exterior y de seguridad común no debilita, sino que, al contrario, refuerza la relación transatlántica con EE UU. No estamos abocados a elegir entre lo uno y lo otro. Deberíamos sacar la lección de lo sucedido para incrementar nuestros esfuerzos. Pero he de reconocer que a corto plazo no soy optimista. La unión política es, sin embargo, inevitable. Parafraseando a un ministro irlandés, le diré que el año 1992 llegará para Europa, pero lo importante es saber cuándo. Espero, no obstante, que la CE pueda desempeñar un papel en la paz, y nosotros, a través de ella.

P. Pasemos ahora al bando de los vencedores. ¿Es George Bush el gran triunfador?

R. Sí. Tiene un doble mérito. Ha logrado, por un lado, mantener la determinación en los momentos en que emergían dudas y, por otro, ha conseguido mantener unida a una coalición tan dispar que incluye desde Siria hasta el Reino Unido, dos países hasta hace poco enfrentados.

P. Para hablar con más autoridad entre los vencedores, ¿no debía España haberse involucrado más en el campo de batalla?

R. Estados Unidos es consciente de la importancia de la ayuda logística que hemos briridado a la coalición. No sé si la opinión pública nos hubiera permitido ir entonces mucho más allá. Durante siete meses, el Gobierno ha nadado contra la corriente de un sector de la opinión pública, aunque a medida que transcurría la crisis, la resistencia se ha aminorado. No en balde varios colegas europeos nos han felicitado por la pelea que hemos librado desde el Gobierno contra la demagogia.

P. ¿Han servido de algo lisas lecciones antidemagógicas?

R. Desde el pasado mes de agosto se ha producido un auténtica catarsis entre los españoles que han ido olvidando algunos reflejos ele inercia adquiridos durante los largos periodos de aislamiento. Si las cosas volvieran a empezar, la opinión pública, probablemente, nos dejaría actuar de forma más resuelta. Ha madurado mucho.

P. Ahora González ya puede hacer la crisis de Gobierno. ¿Seguirá usted formando parte del Ejecutivo?

R. Mi principal aspiración es, en estos momentos, dormir un poco.

Sadam no es Hitler

Desde el presidente norteamericano, George Bush, hasta la ex primera ministra británica, Margaret Thatcher, han comparado en más de una ocasión al jefe de Estado de Irak, Sadam Husein, con Adolf Hitler. Francisco Fernández Ordóñez observa, sin embargo, que el desenlace de las dos guerras pone de relieve una diferencia sustancial. El dictador nazi se suicidó en su bunker berlinés en 1945 mientras que, después de la derrota militar, Husein "está haciendo todo lo posible por garantizar su supervivencia política".P. ¿Es partidario de que el pueblo iraquí saque las consecuencias de la desastrosa aventura en la que le ha metido su líder?

R. Sería bueno que los iraquies saquen las conclusiones de la derrota militar y política de Sadam Husein. Dificilmente podrá sobrevivir a su propia catástrofe y al abismo en el que ha hundido a su pueblo. Mientras él esté ahí será casi imposible la reconciliación interárabe y de Irak con Occidente. No soy yo sino los iraquíes los que deben decidir el régimen que desean aunque el carácter totalitario del actual le impone enormes limitaciones a su libre expresión.

P. ¿Cree que mientras permanezca Sadam en el poder deben ser mantenidas algunas sanciones contra Irak?

R. El escenario del embargo varía totalmente en función del dirigente iraquí que esté en el poder. SI sigue Sadam hay que actuar con pies de plomo sobre todo después de las exacciones iraquíes cometidas en Kuwalt y de la tardanza de Radio Bagdad en anunciar el alto el fuego pero sin llegar a reconocer la derrota.

P. ¿Perjudicarán las maniobras diplomáticas de la Unión Soviética?

R. Hubo algunos malentendidos a principios del pasado fin de semana, pero la actitud de la URSS en el Consejo de Seguridad de la ONU contribuyó a despejar muchas dudas. Todos somos además conscientes de las enormes dificultades que atraviesa Mijaíl Gorbachov. No se ha producido un deterioro apreciable en las relaciones entre Washington y Moscú, aunque puede que subsistan algunas secuelas que intentaremos borrar cuanto antes.

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