Inquietud en el Magreb
Los intelectuales del Magreb (sobre todo Marruecos, Argelia y Túnez) siguen con interés las respectivas posturas ante la guerra del Golfo, teniendo en cuenta la posibilidad futura de una asociación que los reúna a todos.Tanto individual como colectivamente, los intelectuales marroquíes han denunciado la guerra contra Irak. En un comunicado publicado el 17 de enero de 1991, la Unión de Escritores Marroquíes llama a todos los creadores e intelectuales "a cumplir con sus responsabilidades oponiéndose a la agresión americana". Actualmente, sin embargo, hace circular una petición en la que insiste en la necesidad de hacer cesar inmediatamente la guerra de aniquilación contra el pueblo iraquí, de retirar las tropas extranjeras del Golfo y de preparar una conferencia internacional sobre los problemas de Oriente Próximo, ante todo la cuestión palestina y la del Golfo. Numerosos actos culturales han sido prohibidos por las autoridades marroquíes desde el comienzo de la guerra.
La televisión argelina ha difundido la manifestación, el martes 5 de febrero, ante la Embajada siria, de un centenar de intelectuales argelinos en favor de unos 80 sirlos detenidos por el régimen de Hafez el Assad. Organizada por la Unión de Escritores Argelinos, tenía a su cabeza a Rachid Buyedra, escritor cuyas novelas están redactadas en francés, y a la esposa de Rabah Bitat, ex presidente de la Asamblea Popular Argelina (Parlamento).
Apoyo al pueblo iraquí
En Túnez existe una Comisión Nacional de Universitarios, según informa Karriel Ben Younes, que organiza a nivel nacional e internacional conferencias y mítines en apoyo al pueblo iraquí. En sus Filas se encuentran todas las tendencias políticas, desde los baazistas hasta los francófonos. Su presidente es Hichem Djalt, profesor de Historia arábigo-islámica en la Universidad de Túnez, que considera que "es necesario introducir el factor Islam en su dimensión dialéctica en el pensamiento nacionalista árabe". Djalt afinna que la llamada de Sadam Husein a la yihad "no ha sido movida por intenciones propagandísticas".Hay que señalar, por último, la aparición de una especie de subcultura en algunos países del Magreb, como la venta de fotografías de Sadam o la canción del argelino Mazouni glorificando al presidente iraquí y denigrando a los presidentes estadounidense y francés. El casete ha sido prohibido en Francia y ha desatado toda una polémica.
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