Bases fuera de zona
Los bombardeos que se están sucediendo como preludio de la gran ofensiva terrestre cuenta con el apoyo de bases militares en todo el mundo para aumentar la capacidad de la Fuerza Aérea estadounidense. Diego Garcia está recibiendo suministros desde Guam, en el océano Pacífico, y los bombarderos de EE UU empiezan a utilizar bases en Europa, como las de Morón, en España; Hanau y Ramstein, en Alemania; Fairford, en el Reino Unido, así como la base rey Jaled, en Arabia Saudí, al objeto de debilitar las defensas iraquíes. Irak ha perdido el 80% de sus armas químicas y de su capacidad militar y el objetivo del intenso bombardeo es facilitar la ofensiva terrestre con el menor número de bajas posible.Se trata de un sistema que no dará resultados si sólo se alcanzan aquellos objetivos que ya han sido golpeados con anterioridad.
La Guardia Republicana todavía mantiene la capacidad militar de lanzar una ofensiva por tierra y defender las lineas iraquíes, y, probablemente, tratará de agotar las defensas aliadas antes de que el alto mando de la fuerza multinacional decida el inicio del ataque terrestre.
Estados Unidos y los aliado están utilizando bases europea, porque en el Reino Unido, Alemania y España disponen de la munición necesaria mientras que es muy posible que se haya agotado en el propio teatro de operaciones. El número de misiones aéreas está revelando la capacidad defensiva de las fuerzas de la OTAN, y aunque las armas están preparadas, la estrategia es contener cualquier operación iraquí utilizando el poder de la aviación hasta el comienzo de la ofensiva terrestre a mediados de febrero. Dos submarinos han salido del puerto británico de Plymouth hacia el golfo Pérsico.
El esfuerzo colocará probablemente a Sadam en el dilema de buscar aliados para después de la guerra, quizá una alianza con Irán, que podría tener un alto coste para sus intereses pero que garantizará su supervivencia política, y un papel en el futuro de Oriente Próximo. Está claro que éste no es un objetivo de la coalición multinacional. Sadam calcula que el panorama internacional cambiará, ya que la Unión Soviética e Israel entrarán pronto en el conflicto. Nos encontramos, pues, ante una carrera contrareloj.
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