Los expertos opinan que el golfo Pérsico puede tardar 200 años en recuperarse de la marea negra

Diez millones de barriles de petróleo se han vertido a las aguas del golfo Pérsico hasta ahora, según las estimaciones de algunos expertos en la zona, que creen que tardará 200 años en recuperarse completamente. La mancha de petróleo alcanza los 80 kilómetros de longitud y 20 de anchura, cubriendo una extensión de 1.600 kilómetros cuadrados, y que se desplaza hacia las costas de Arabia Saudí. La situación bélica en la zona impide que los expertos internacionales hagan una evaluación independiente de los daños causados y las medidas a tomar.

"La contaminación resultante puede causar daños catastró5cos al medio ambiente marino, afectar a la industria pesquera de la zona, cerrar las plantas de desalinización de agua, las centrales energéticas y las instalaciones industriales que pueden exacerbar la crisis social y económica que ya esta causando la guerra", se afirma en el informe sobre la catástrofe elaborado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el organismo independiente de más prestigio en este campo."Los efectos más serios del vertido de petróleo al mar serán a largo plazo y no es sólo un problema de la inmediata mortalidad masiva de aves, peces y otras especies marinas", ha declarado Nicole King-Volcy, experta en petróleo y miembro de otra organización internacional de prestigio, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). "Incluso cuando la mancha haya desaparecido de la vista, todo el frágil ecosistema puede estar irrecupetablemente dañado", ha comentado, recordando también que la renovación total de las aguas del golfo tarda 200 años. En el Mediterráneo la renovación se produce en 100 años.

Informe de la lUCN

Los vientos y las corrientes marinas en el Golfo Pérsico circulan en esta época del año en sentido contrario a las agujas del reloj. Por tanto, la mancha de petróleo se desplazará hacia la costa de Arabia Saudí y las aguas territoriales de Bahain, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, explica el informe de la lUCN.Los especialistas destacan que la escasa circulación de las aguas del golfo y la escasa profundidad agravan el impacto ecológico en la región. La proximidad a la costa es el mayor riesgo en los casos de manchas de crudo en las aguas. "La única salida del golfo es el estrecho de Ormuz, por donde las corrientes circulan lentamente, a un nudo por hora, entrando en invierno y saliendo en verano", explica Xavier Pastor, oceanólogo y presidente de Greenpeace España. Esto ' significa que la mancha no podrá salir al océano y dispersarse.

Poca profundidad

La escasa profundidad de ese mar, con una media inferior a los 100 metros y una plataforma costera de varios kilómetros de anchura donde el agua no alcanza los 30 metros de profundidad le confieren características especiales. "El fondo marino, puesto que aquí la luz atraviesa la capa de agua, es rico en vida vegetal y animal", explica Pastor. "La mancha de petróleo elimina la posibilidad de intercambio de oxígeno y luz entre la superficie y el fondo, y afecta a los arrecifes de coral y las praderas marinas donde se alimentan y viven crías de peces, que además se verán asfixiadas cuando el petróleo baje al fondo".El petróleo destruye el fitoplancton que necesita una oxigenación importante para poder sobrevivir. Una vez que desaparece el fitoplancton se ve afectada toda la cadena de vida de la que es el primer eslabón. "El fitoplancton es a su vez alimento del plancton (formado además de por microorganismos por larvas de peces, moluscos y crustáceos)", explica Pastor.

Al morir el plancton se interrumpe el crecimiento de un gran número de especies, al tiempo que se deja sin alimento a un gran número de peces y animales marinos. Entre los animales marinos en peligro están los dudongos, mamíferos marinos de tamaño algo mayor que una foca que se encuentran en peligro de ,extinción en todo el mundo y cinco especies de tortugas, ocho de cetáceos (entre ellos delfines y orcas) y los calamares, una especie abundante que explica la presencia de cetáceos.

En las costas, la invasión de productos tóxicos del petróleo afecta a los estuarios, albuferas y marismas, abundantes y considerables desde el punto de vista ecológico. "Es una zona muy importante, por ejemplo, para las aves migratorias que se desplazan desde el centro de Siberia hasta Africa Oriental y se detienen tanto en la costa iraní como en Arabla Saudí y Kuwait", explica Carlos Martín Novella, director de conservación de la Sociedad Española de Ornitología. Estárían en peligro, por ejemplo, aves como correlimos Facinelo, la gaviota picofina (especie en peligro de extinción) o la gazeta de los arrecife.

Benigno Varillas, presidente de la organización ecologista Quercus, no se rasga las vestiduras por el desastre ecológico derivado de la guerra del petróleo "porque cada año entre todas las compañías petrolíferas vierten un millón de toneladas de crudo sólo al Ñ4ed1terráneo", asegura Si acaso aprovecha la ocasión "para denunciar una vez más los vertidos que hacen los mismos que ahora se escandalizan".

Varillas muestra su gran preocupación, en este caso, por las fuertes repercusiones para la supervivencia de distintas espe cies de aves acuáticas europeas que escogen el delta del Tigris y el Éufrates para invernar. "SI esto hubiera ocurrido dentro de dos meses, cuando retornan estas aves", añade, "las consecuencias hubieran sido menores". Se trata, fundamentalmente de anátidas (patos y gansos) y limícolas (zarapitos, agujas y chorlitos).