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LA DIFÍCIL TRANSICIÓN SOVIÉTICA

Yeltsin, dispuesto a crear un ejercito ruso como garante de la democracia

Pilar Bonet

Borís Yeltsin, presidente del Parlamento ruso, lanzó ayer el mayor desafío que ha efectuado hasta ahora al presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, al afirmar que Rusia quiere desempeñar el papel de garante de la democracia en el territorio de la URSS y está dispuesta a crear un ejército propio para defenderla. En una electrizante sesión del Sóviet Supremo de la Federación Rusa, que se dedicó a la represión en el Báltico, Yeltsin acusó a la dirección soviética de apoyar las estructuras anticonstitucionales que se han creado en Letonia y Lituania con el nombre de Comité de Salvación Nacional (CSN).

"El desarrollo de los acontecimientos muestra que la política de la URSS ha dado un viraje", señaló Yeltsin, según el cual "con el pretexto de corregir algunos errores de las jóvenes democracias -los parlamentos del Báltico-, se ha iniciado de hecho el derrocamiento de los órganos constitucionales".Yeltsin, criticado por el mando militar soviético por su llamamiento a los soldados rusos para que no intervengan en conflictos con la población civil en el Báltico, manifestó que allí los sucesos han planteado el problema de la defensa de la soberanía de la mayor república de la URSS, donde viven 150 millones de personas. Esta soberanía, afirmó, "necesita de una base más sólida" y, por eso, Rusia no puede quedar al margen de las estructuras del Ejército. La intervención militar que ha tenido lugar en el Báltico sería motivo suficiente, de acuerdo Con la legislación rusa, para que el fiscal de esta república pidiera responsabilidades al ministro de Defensa, Dimitri Yazov, según Yeltsin.

Biógrafo de Stalin

El general Dimitri Volkogonov, conocido por su biografía de Stalin, ha aceptado hacerse cargo de la elaboración de las estructuras y la concepción de la seguridad de Rusia, dijo Yeltsin. Volkogonov se ha dado de baja en las filas del Ejército soviético y es ahora consejero del Parlamento ruso.

El presidente de la Federación Rusa enumeró un conjunto de medidas que prácticamente suponen un intento de crear una estructura estatal a todos los niveles para Rusia. Entre ellas se cuenta la subordinación de las empresas estatales en territorio ruso a la jurisdicción rusa, la venta de rublos a los inversores extranjeros con el fin de conseguir divisas, la revitalización de las relaciones con los sóviets (consejos o ayuntamientos) locales y la firma de tratados entre Rusia y las repúblicas que constituyen la URSS. En este último apartado, Rusia está ya trabajando en un acuerdo que, de concluirse en el futuro próximo tal como se pretende, uniría en una estructura común a cuatro gigantes de la economía soviética, las tres repúblicas eslavas de Rusia, Bielorusia y Ucranla y Kazajstán, la más desarrollada de las repúblicas asiáticas. Sobre la base de estos tratados, afirmó Yeltsin, es posible defender los derechos de las minorías rusas.

Yeltsin, con todo, no cerró las puertas al diálogo con la dirección soviética, y afirmó que el nuevo curso político de ésta es un "error político" que puede ser reparado.

El coronel Victor Alksnis, uno de los líderes del grupo Soyuz (Unión), que aboga por el mantenimiento de la URSS, afirmó ayer en un pasillo del Parlamento ruso que en el Báltico se está "al borde de la guerra civil", y se mostró "indignado" por la reacción del ministro de Defensa de la URSS, que se negó a que el Ejército apoyara la acción de los boinas negras en el asalto al Ministerio del Interior de Letonia el domingo por la noche en Riga.

"Moscú nos ha traicionado", dijo Alksnis, que es diputado del Parlamento de la URSS y del Parlamento letón simultáneamente. "Gorbachov y el Gobierno de la URSS han traicionado a los militares. Han impulsado el proceso en el Báltico y han convertido al Ejército en el chivo ex piatorio". Gorbachov dirigió el proceso en el BáltIco, pero "se acobardó a la hora de asumir responsabilidades", señaló Alksnis, que se hizo famoso en noviembre por haber dado un ultimátum al presidente para poner orden en el país.

Alksnis elogió la determinación del presidente estadounidense George Bush a la hora de asumir sus responsabilidades en la crisis del golfo Pérsico. El coronel desea un Comité de Salvación Nacional a escala soviética que esté formado sobre una base de coalición entre distintas fuerzas políticas. El asalto al Ministerio del Interior de Riga es, según Alsknis, una "acción espontánea" provacada por la violación de la esposa de un oficial de los boinas negras el día 20 en Riga.

Serguél Baburin, uno de los líderes del grupo Rosia, que también aboga por el mantenimiento de la URSS a escala del Parlamento ruso, dijo ayer que el discurso de Yeltsin era un "paso hacia la guerra civil".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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