Jordi Pujol defiende ahora al consejero que prohibió hablar en castellano
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, salió ayer en defensa del consejero de Bienestar Social de su Gobierno, Antoni Comas, a quien la semana pasada había descalificado en una nota pública por haber impartido instrucciones prohibiendo que los funcionarios adscritos a su departamento empleasen el castellano, incluso en conversaciones priva das. Pujol consideró ayer injustificado que la oposición haya so licitado la dimisión de Comas quien había achacado la redacción de su polémica orden a un fallo de su secretaria.
El jefe del Ejecutivo catalán clausuró en Calella (Barcelona) el sexto congreso de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC) -rama juvenil de Convergència Democrátrica-, ante cuyos delegados alabó la gestión de Antoni Comas al afirmar que "muchos socialistas se han de hacer acompañar por el consejero de la Generalitat" para poder entrar en barrios conflictivos del cinturón barcelonés.
El líder nacionalista recalcó que "no existe Cataluña sin Santa Coloma de Gramenet", refiriéndose así a las localidades habitadas mayoritariamente por inmigrantes de habla castellana.
El congreso de la JNC aprobó la solicitud de modificación de la Constitución para que el catalán quedé plenamente igualado al castellano, aunque suprimió una alusión a los escritores catalanes que escriben en castellano en la ponencia donde se defiende como literatura catalana aquella escrita en este idioma.
Durante la lectura de adhesiones al congreso, los asistentes silbaron la remitida por la rama juvenil de Unió Democrática, el socio democristiano con el que Convergència ha mantenido una dura pugna para firmar el pacto electoral.
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