El Gobierno alegara el descenso de la natalidad para oponerse a la supresión de la mili
El Gobierno considera inviable, por razones demográficas, la supresión del servicio militar obligatorio y la creación de un ejército totalmente profesional, tal como propone la totalidad de las fuerzas políticas de la oposición, excepto el Partido Popular (PP). Ésta es una de las principales conclusiones de¡ informe sobre adecuación de las Fuerzas Armadas españolas a las necesidades del año 2000, que el Ejecutivo se propone presentar al Parlamento inmediatamente antes del debate sobre la nueva Ley del Servicio Militar.
El titular de Defensa, Narcís Serra, presentó el pasado 19 de octubre ante el Consejo de Ministros un informe elaborado por su departamento en torno a las perspectivas de las Fuerzas Armadas españolas de cara al siglo XXI. Dicho estudio era en cierto modo complementarlo del Plan Estratégico Conjunto (PEC) 1991-96, donde se definen las amenazas a la seguridad de España y los medios para hacer frente a ellas, que fue aprobado por el Gobierno en la misma reunión.Del contenido de este informe han sido informados, hasta ahora, por lo menos el presidente del Partido Popular (PP), José María Aznar, y el responsable de la Comisión de Defensa de dicho partido, Javier Rupérez, quienes fueron invitados a una reunión con Narcís Serra y con el secretario de Estado para la Administración Militar, Gustavo Suárez Pertierra, en la sede del ministerio. La intención del Gobierno es la de presentar el documento ante el Parlamento inmediatamente antes de que tenga lugar el debate sobre la nueva ley del Servicio Militar, que debe entrar en el Congreso durante el primer trimestre de este año.
El mencionado informe contiene los argumentos que justifican la decisión gubernamental de mantener el servicio militar obligatorio y rechazar la creación de un ejército totalmente profesional. Al margen de razones políticas o económicas, el estudio sostiene que es inviable a medio plazo la profesionalización total de la milicia, ya que la caída del índice de natalidad en España hace que a diez años vista no haya un número suficiente de jóvenes como para cubrir las necesidades de las Fuerzas Armadas con carácter voluntario y aún resulte problemático lograrlo con el reclutamiento forzoso.
Gastos militares
El estudio se extiende también sobre las necesidades económicas de los ejércitos y concluye que España debe mantener sus gastos militares en torno al 2% del Producto Interior Bruto (PIB), aún en el caso de que se consolidara el clima de distensión internacional. Según datos del Ministerio de Defensa, el presupuesto de dicho departamento para 1991 supondrá sólo el 1,57% del PIB, por lo que sería necesario un sensible incremento para alcanzar un porcentaje de gastos militares al que no se llega desde 1985.
Aunque este año ha sido la primera vez que el departamento de Defensa ha recortado su presupuesto en términos absolutos, ya que contará con unos 12.000 millones de pesetas menos que en 1990, los principales colaboradores de Narcís Serra han calificado este recorte de "coyuntural" y se han mostrado convencidos de que en ejercicios posteriores se recuperará el terreno perdido para cumplir con lo dispuesto en la ley de dotaciones presupuestarias de las Fuerzas Armadas, que prevé un incremento mínimo anual de los gastos militares de un 4,4% en términos reales.
Respecto a las plantillas de las Fuerzas Armadas, el informe admite la necesidad de proceder a una profunda reorganización del Ejército de Tierra, el único en el que el número de oficiales es superior al de suboficiales. El pasado 1 de enero concluyó el plazo con que contaba el Ministerio de Defensa para ajustar los efectivos reales de las Fuerzas Armadas a lo dispuesto por las leyes de plantillas. Sin embargo, una enmienda a la ley de Presupuestos del Estado para 1991 ha permito prorrogar por un año el tiempo para concluir el ajuste de las plantillas, que quedarán fijadas mediante decreto.
El incremento sustancial de los voluntarios especiales o soldados profesionales es otro de los objetivos fundamentales de las Fuerzas Armadas de cara el próximo siglo, según el citado informe, ya sin dicho incremento no hay modelo mixto, tal como sostiene el PSOE, sino sólo recluta obligatoria con un contingente casi simbólico de tropa semiprofesional.
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