La SIV pierde el pleito con Glaverbel por incumplimiento de contrato y debe disolver la sociedad mixta Splinter
La Sociedad Italiana del Vidrio (SIV) ha perdido el pleito con la belga Glaverbel por incumplimiento de contrato y debe ceder la participación de control en la sociedad mixta Splintex, especializada en la fabricación de vidrio para automóviles, según informaron ayer los diarios italianos.La pérdida del pleito conducirá a la disolución de la sociedad mixta Splinter, constituida hace cuatro años en Bélgica por la SIV y Glaverbel, empresa vidriera controlada, con una participación del 76%, por la compañía japonesa Asahi Glass.
Una comisión suiza de arbitraje, a la que se habían dirigido en 1989 ambas partes por un litigio sobre la realización del plan de inversiones de la Splinter, ha establecido que la SIV incumplió sus obligaciones contractuales, según un portavoz de Glaverbel citado por los diarios italianos.
La misma fuente añadió que la comisión de arbitraje decidió también que la SIV debe ceder a la sociedad belga la participación de control -el 51%- que posee en la Splintex. El veredicto es inapelable, dijo.
Especializada en la producción de vidrios para automóviles, la Splintex tiene 660 empleados que trabajan en dos fábricas próximas a la ciudad de Charleroi, en el sur de Bélgica.
En 1989, facturó por valor de 110 millones de dólares (10.500 millones de pesetas) y obtuvo unos beneficios netos de 200 millones de liras (18 millones de pesetas). Su capital social asciende a 35.000 millones de liras.
Litigio en Ferrol
Medios financieros creen que la citada sentencia puede tener también consecuencias negativas para el balance de la SIV, una de las sociedades en crisis del grupo EFIM. El EFIM, el tercer grupo estatal italiano, debe decidir en los próximos días si avala la decisión del consejo de administración de la SIV de incumplir el acuerdo con el Ministerio de Industria español de instalar una fábrica de vidrio para automóviles en Ferrol. El consorcio, cuyo endeudamiento es superior a la facturación, puede cerrar el balance de 1990 con una pérdidas de más de 300.000 millones de liras (28.000 millones de pesetas), el peor resultado desde 1986.El nuevo presidente del EFIM, el socialista Gaetano Mancini, declarado opositor a la inversión en Ferroll -17.500 millones de pesetas subvencionados en más de un 60% por el Estado español- recibirá en los próximos días 450 millones de dólares para inversiones en los sectores del vidrio, aluminio y aeronáutica, los tres en números rojos. Los llamados fondos de dotación aportados por el Estado servirán para reducir el endeudamiento.
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