Las prisiones catalanas tendrán en 1991 una unidad de desintoxicación de drogodependientes
La Generalitat de Cataluña ha abierto en el centro penitenciario de Quatre Camins, en el municipio de La Roca, una comunidad terapéutica para el tratamiento y desintoxicación de presos drogadictos, la primera que funciona en la red penitenciaria española. La unidad aplicará un programa completo de desintoxicación, deshabituación y reinserción en la sociedad de los toxicómanos, y entre las medidas contempladas para realizarlo se incluye la posibilidad de ofrecer tratamiento de metadona o naltrexona en aquellos casos en que estas sustancias sustitutivas de la droga estén indicadas.
El programa de atención especializada, que se inscribirá en la red del Plan de Lucha contra la Droga, empezará a funcionar el primer trimestre de 1991 y s concibe, según el decreto de creación emitido conjuntamente por los departamentos d Justicia y Sanidad, como "un proceso que comprende todo el. período de tiempo desde que se detecta la adicción en un interno hasta que sale en libertad definitiva y un periodo posterior de seguimiento". Entre otras medidas, el programa contempla "el estudio en cada caso de la conveniencia de utilizar metadona o naltrexona" y "el seguimiento de este tratamiento y evaluación de la dosificación conveniente".Joan Colom, responsable del programa de toxicomanías del Departamento de Sanidad ha indicado que "de momento no hemos iniciado ningún tratamiento con metadona o naltrexona, pero en cualquier caso, cuando lo hagamos, será con los mismos criterios y las mismas restricciones que rigen en. el programa de metadona que se aplica en la calle, entre ellos, el control y seguimiento del interno, aunque tratándose de un medio carcelario, habremos de resolver previamente el problema de la organización interna del suministro".
Adicción activa
En Cataluña hay nueve centros penitenciarios, en los que el pasado 2 de diciembre había un total de 4.822 internos cumpliendo condena o prisión preventiva. No existen estudio fiables sobre el número de in ternos que tienen adicción a las drogas, porque las encuesta realizadas hasta ahora se basan en el cuestionarlos que rellenan en el momento de ingresar en prisión, y en este caso, la pregunta que se les formula es si han consumido alguna vez alguna de las drogas que crean dependencia. La respuesta a esta pregunta es afirmativa en más del 60% de los casos en la mayoría de las prisiones, pero esa cifra no revela el número exacto de personas que en ese momento se encuentran en situación de dependencia activa, es decir, que si dejan de tomar la droga, sufrirán un síndrome de abstinencia."Por estimaciones indirectas, calculamos que el número de presos con drogadicción activa es superior al 10%", afirma Joan Colom. Ello implica que por lo menos unos 500 presos presentan problemas psicológicos de salud graves por causa de su adicción. Las normas dé funcionamiento de esta unidad que ha sido dotada con un equipo profesional interdisciplinar, serán similares a la del resto de unidades de desintoxicación, aunque con las limitaciones propias del régimen carcelario.
En cualquier caso, el proceso de selección de los internos candidatos será riguroso y dará preferencia a aquellos presos que tengan penas más cortas y mayores posibiliades de integrarse en un programa social de reinserción a la salida de la prisión.
Primera experiencia
La unidad desarrollará también un programa específico de deshabituación al alcohol y al consumo de benzodiapinas, con tratamientos específicos en casos de intoxicación por "cocaína, antiestamínicos, alucinógenos, anfetaminas u otros productos que crean adicción".Este programa es el primero que se pone en marcha como tal en todo el Estado español. A los reclusos que cuando ingresan en los centros que dependen de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, del Ministerio de Justicia, están siguiendo un tratamiento de desintoxicación con metadona se les permite seguir con él, pero se trata de casos aislados, según fuentes de ese organismo. Para ello se facilita el acceso a la prisión de los facultativos que les atendían habitualmente. El tratamiento de los toxicómanos es uno de los puntos que más preocupan a los responsables de la sanidad penitenciaria, ya que el consumo de drogas por vía intravenosa, como la heroína, está directamente relacionado con la extensión del síndrome de inmunodeficiencia adquirida dentro de las prisiones, según un estudio realizado por el Ministerio de Justicia.
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