Cáscaras y nidos
Somos un matrimonio de los 18.000 agraciados con una vivienda de las del tan famoso Plan 18.000 del Ayuntamiento de Madrid.Nos casamos hace un año y medio; hasta ahora no tenemos hijos, y cada vez lo vamos teniendo un poco más difícil...
Después de dos años de espera desde nuestra inscripción en la cooperativa de viviendas promovida por UGT, PSV (ya sabe, "la buena vivienda social"), y con todas las ilusiones puestas en ella (una de las pocas vías posibles para la adquisición de un techo de nuestra propiedad, aun trabajando los dos), hace unos días recibimos una carta en la que PSV nos comunicaba que se nos había adjudicado una de las 18.000 viviendas.
Con gran alegría fuimos a las oficinas de la cooperativa para tener más información, y después de aguantar casi tres horas en la cola, ¡nuestro gozo en un pozo!.
La vivienda que se nos ha adjudicado es sólo de dos habitaciones: 54 metros útiles, sin terraza ni trastero; eso sí, con plaza de garaje. El precio y la forma de pago están por ver; los planos del piso, también. Los cheques ya hay que empezar a rellenarlos.
¿Renunciamos a la vivienda porque es pequeña y empezamos de nuevo otra interminable búsqueda de pisos de segunda mano? ¿Esperamos una nueva promoción de viviendas sociales un poquito más grandes que podamos pagar? Mientras tanto, ¿seguimos viviendo en casa de nuestros padres? ¿O nos compramos esa cáscara de nuez tipo nidito de amor? Estamos entre la espada y la pared.
Nos surgen dudas: ¿estamos siendo víctimas de un revolucionario y sutil plan de planificación farrriliar? ¿O todo esto será debido al eslogan "La buena vivienda social"? ¡Claro! Ya lo dice el refrán: lo bueno, sí breve, dos veces bueno.-
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