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Éxito de la campaña del Gobierno canario para salvar pardelas

La población ha respondido activamente a la campaña del Gobierno canario Mójate con las pardelas, para que los ciudadanos contribuyan a salvar la vida de estas aves marinas de especie protegida que, en su vuelo migratorio, caen a tierra desorientadas por las luces nocturnas.

Las pardelas cenicientas que anidan en Canarias emprenden todos los años por estas fechas un largo viaje. Con la llegada de las temperaturas más frías vuelan miles y miles de kilómetros hacia las costas cálidas de Estados Unidos, Latinoamérica o Suráfrica para asegurarse el alimento, a base de pescado, hasta que retornan al archipiélago en los primeros meses de cada año.La experiencia de la campaña Mójate con las pardelas ha dado resultado. Los canarios han colaborado activamente y gracias a sus avisos telefónicos ha sido posible rescatar a tiempo a unas 300 crías de esta especie protegida, heridas en su primer intento de vuelo transoceánico. Estas aves marinas abandonan los nidos en tierra durante la noche. Los focos artificiales las deslumbran y sufren por ello aterrizajes de emergencia, muchos de ellos mortales.

Sin embargo, la luz no es su principal enemigo, sino los cazadores furtivos, que capturan los pichones para extraerles una grasa de propiedades medicinales, con la que los padres ceban a sus crías para que resistan la dura travesía.El mes pasado la Guardia Civil y miembros de Medio Ambiente descubrieron en el interior de un barco, en el puerto de Orzola (Lanzarote), 123 pardelas el de la especie autóctona Calonectris diomedea borealis, que habian sido cazadas en los islotes del archipiélago Coinijo de esta comunidad autónoma. El propietario de la embarcación será sancionado con una multa de 12,3 millones de pesetas. Por cada pardela capturada ilegalmente el infractor tendrá que abonar una indemnización de 100.000 pesetas, al tratarse de una especie protegida.

La Delegación del Gobierno en Canarias ha dado instrucciones a las fuerzas de la Guardia Civil para que intensifiquen las tareas de inspección de los barcos que navegan por la zona de mayor afluencia de estas aves marinas.

Día y noche

El director general de Medio Ambiente, Felipe Pérez Borrego, muestra su agrado por la sensibilidad de la población con las aves. "Nunca habíamos atendido tantas pardelas heridas como este año con la campaña", indicó. Un equipo de profesionales de los Centros de Información y Educación Ambiental (CIEA) de Tenerife y Gran Canaria han hecho posible que esta iniciativa funcionara trabajando día y noche. "Esta labor tiene que gustar; no se hace por dinero. A cualquier hora y desde cualquier punto pueden avisarnos y tenemos que salir zumbando para auxiliar a las aves heridas", declaró el naturalista del CIEA de Tenerife, Efraín Hernández.Hay lugares, como gasolineras, hoteles y polideportivos, "donde es raro el día que no cae una pardela cegada por las luces", afirma Isidoro Martín Sánchez, monitor de Educación Ambiental. Estos puntos claves ya han sido dotados de cajas acondicionadas para recoger a los pichones.

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