La CE rebaja del 2,9% al 2,5% la previsión de crecimiento económico de España para 1991

La economía española crecerá el próximo año un 2,5%, en lugar del 2,9% estimado por el Gobierno en los presupuestos para 1991, según el informe económico anual aprobado ayer en Bruselas por la Comisión Europea. La media de crecimiento comunitario será más baja que la prevista hace unos meses; (2,25% en 1991 y 2,5% en 1992), a causa de la recesión en Estados Unidos y la crisis del Golfo. Los cálculos han sido hechos con un valor de 25 dólares para el barril de petróleo, el escenario más favorable. "La unificación alemana" según el estudio, "soporta la expansión en la CE".

Los datos económicos aprobados ayer por la Comisión Europea fueron presentados el pasado lunes a los ministros de Finanzas de la CE, que les dieron el visto bueno. A pesar de que para España la previsión para el próximo año es un aumento del PIB del 2,5%, (un punto menos que en 1990) en lugar del 2,9% que mantiene como objetivo el Gobierno, el secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez, insistió en el diferencial de crecimiento sobre la media comunitaria y en que ello permitiría crear 240.000 empleos.En 1992 la previsión de la CE es que la economía española se recuperará para situarse en una tasa del 3,25% de aumento del PIB.

Según las cifras finales de la CE ese margen favorable a España se reduce a un cuarto de punto en vez del 0,7%, aunque la previsión es que el paro se reducirá en 1991 de un 15,8% al un 15,5%. En 1992 la tasa de desempleo seguirá a la baja para acabar el año en un 15%.

La inflación se situará en 1991 en España al mismo nivel que a finales de este año, en torno al 6,8%. Para 1992, la Comisión prevé una redución hasta el .5,5%, que aún así será superior- en un punto a la media comunitaria y en más de dos a la de Alemania y Francia. En 1991 el diferencial inflacionario será de punto y medio con respecto a la media.

La revisión a la baja de las previsiones de crecimiento económico en la CE obedece a que la situación internacional es "menos favorable", según explicó el vicepresidente de la Comisión Europea, Henning Christophersen. Sin embargo, el potencial de expansión subsiste y para ello es necesario poner en marcha los instrumentos de coordinación económica previstos en la primera fase de la unión monetaria.

La Comisión recomienda a los Doce poner el acento en la prevención de la inflación y "mantener políticas monetarias y fiscales restrictivas". Además, los ajustes para la transición a la unión monetaria "deben comenzar ahora". El efecto más grave de este freno en el crecimiento lo sufrirá el empleo, puesto que la tasa de paro permanecerá estable (la media es del 8,75%) durante 1991 y 1992. Ese procentaje representa un incremento del 0,25% sobre la situación actual. El paro aumentará en Grecia y el Reino Unido y sólo descenderá, aunque levemente, en España, el país de la CE con el mayor desempleo después de Irlanda.

Locomotora alemana

La tasa de crecimiento se reducirá también en Alemania, que pasará del 4,3% actual a un 3,75% en 1991 y a un 2% en 1992. A pesar de ello, durante el próximo año la economía alemana continuará siendo la locomotora en la CE. La razón, según la Comisión Europea, es el proceso inversor provocado por la unificación alemana, si bien ese estirón se traducirá en la inflación que pasará del 2,8% actual al 4% el próximo año.

La situación económica de la CE presenta ventajas comparativas con respecto a Estados Unidos, donde el crecimiento será el próximo año de sólo un 0,25%. Japón sufrirá también una inflexión desde el 6% actual, pero continuará a la cabeza en 1991 y 1992 con un ritmo superior al 4%.