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EL ASCENSO DE LAS MUESTRAS ARTÍSTICAS

Multitudes ante la obra de arte

Las grandes exposiciones se han convertido en fenómenos de masas y en un nuevo espacio de convivencia

Las multitudes hacen colas en las exposiciones y conviven socialmente dentro de ellas. El fenómeno pertenece a esta década y es internacional: abarca desde el Metropolitan Museum de Nueva York o el Centro Pompidou a muestras como Las edades del hombre en Valladolid (un millón de visitantes) o Burgos (medio millón). En Barcelona, 180.000 personas han visitado ya la muestra dedicada al modernismo, y, sólo en Sevilla, 200.000 han asistido a El regreso de los dinosaurios. En Madrid, 500.000 personas vieron la de Velázquez, y el Centro de Arte Reina Sofía podrá recibir a 1.500.000 al año cuando funcione a pleno rendimiento. Ya se han formado las primeras colas ante La memoria del futuro. Arte italiano del siglo XX, El Legado Cambó (Museo del Prado) y El espacio privado (MEAC).

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Será que no todos los días puede el ciudadano echarse a la cara al tiranosaurus, al apatosaurus o al parasaurolophus, porque son ya 665.000 personas en toda España las que han visitado, desde que se inauguró en Barcelona, en octubre de 1989, la exposición El regreso de los dinosaurios. El deseo del hombre de conocer su pasado y la necesidad que tiene de asistir a "actos de convivencia social" hacen que algunas exposiciones se conviertan en fenómenos de masas y atraigan la atención de miles de personas, argumenta el responsable de la muestra, Jorge Wagensberg.La exposición, que se compone de las réplicas a tamaño natural de nueve dinosaurios, se encuentra actualmente en Sevilla, y por ella han pasado 200.000 visitantes desde el día 11 de octubre; ha batido ya el récord de asistencia de cuantas se han organizado en la comunidad autónoma.

La muestra iconográfica Las edades del hombre, primera fase del proyecto cultural del mismo nombre, fue visitada por más de un millón de personas en los 160 días que permaneció abierta. Entre octubre de 1988 y abril de 1989, la catedral de Valladolid se convirtió en cita obligada para miles y miles de personas.

Según un reciente estudio realizado por la Escuela de Turismo de Valladolid, cerca de 800.000 hombres y mujeres se desplazaron a la ciudad castellana sólo para recorrer la muestra. La exposición batió todos los récords de visitantes habidos en España y suscitó numerosas reflexiones sobre las causas de un éxito que sorprendió a los organizadores: las 11 diócesis de Castilla y León, el Gobierno autónomo y la Caja de Ahorros de Salamanca.

Identificación

Para José Velicia, comisario general de la muestra, de 200 pinturas y esculturas, un resultado tan espectacular sólo puede explicarse por la plena identificación entre muestra y visitantes, que produjo un efecto multiplicador en la necesidad de ver Las edades del hombre. El éxito pudo deberse también, según José Velicia, al hecho de que gran parte de las obras sean de autores anónimos, gente del pueblo que recogió en ellas sentimientos, expresiones y escenas que llegaban con facilidad al espectador. Esto provocó a su vez que los visitantes castellano-leoneses (los más abundantes) "salieran de la catedral con el orgullo legítimo de pertenecer a una tierra que había dado tanta belleza y sentimiento".

La exposición iconográfica tuvo otra vertiente importante, recogida en el citado estudio: generó 6.700 millones de pesetas por ingresos procedentes del turismo, cantidad impresionante para una ciudad que no conoce, salvo en Semana Santa, el turismo de masas. De ellos, 3.918 millones fueron de ingresos directos, y 2.785 inducidos, pese a que la mayor parte de los visitantes permanecieron menos de 24 horas en Valladolid y a que la entrada a la catedral era gratuita.

Por la segunda fase del proyecto Las edades del hombre, exposición de libros y documentos de la Iglesia en Castilla y León que durante seis meses, ha permanecido abierta en la catedral de Burgos, y han pasado 500.000 personas.

Agustín Lázaro, comisario de la exposición, piensa que el éxito de público se ha debido a que la muestra no era una mera relación de objetos ordenados por épocas, sino que "expresaba una parte muy fundamental de lo que ha sido el pueblo castellano-leonés". Otro de los factores ha sido el propio valor de los documentos expuestos. Uno de los grandes aciertos, a su juicio, ha sido haber elegido los claustros de la catedral de Burgos como marco de la exposición.

La afluencia de público a las exposiciones ha sufrido un notable incremento en los últimos años en Barcelona. La actual exposición El quadrat d'or, que recoge las manifestaciones arquitectónicas del modernismo, ha sido visitada hasta la fecha por más de 180.000 personas, y los organizadores confían en superar con creces la cifra de 200.000 personas. El quadrat d'or se inauguró el pasado 14 de julio en La Pedrera, edificio gaudiano por excelencia, y su compañera de viaje, la muestra El modernismo, dedicada sobre todo a las artes -pintura, escultura y mobiliario-, inaugurada el 10 de octubre, ha sido visitada por 43.000 personas.

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