La alternativa boliviana a la coca
Bolivia expone ante la CE su plan para erradicar el narcotráfico
El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Carlos Iturralde, presentó ayer ante la Comunidad Europea (CE) un extenso y detallado plan para la erradicación escalonada del cultivo de la hoja de coca, materia prima para la fabricación de cocaína. El objetivo final del plan, que se basa en la Ley boliviana 1.008 de Erradicación del Narcotráfico, es eliminar 38.000 hectáreas de plantación de coca.
La reunión de Iturralde con la CE nace de la decisión de los Doce, adoptada en octubre pasado dentro del Comité Europeo de Lucha contra la Droga (CELAD), de financiar cultivos alternativos al de la coca. El plan boliviano permitirá la supervivencia de 12.000 hectáreas destinadas al "uso tradicional de la hoja", dijo Iturralde a EL PAÍS a su paso por Madrid. Bolivia ha diseñado también medidas de prevención e interdicción del narcotráfico, que incluyen unidades especializadas de la policía. El Plan de Desarrollo Alternativo tiene unas necesidades financieras de 600 millones de dólares para cuatro años de desarrollo."La mayor parte de los proyectos de erradicación se basan en el desarrollo de regadíos para eliminar la emigración hacia la región de Chapare de los agricultores que abandonan sus tierras, escasamente productivas, para dedicarse a la producción de coca", ha dicho el ministro boliviano. Iturralde ha afirmado que en una experiencia piloto en un pueblo próximo a Chapare "el desarrollo del riego ha demostrado que la emigración hacia las tierras productoras de coca se ha frenado". La tesis del Gobierno boliviano es que "no se puede eliminar la producción de hoja de coca sin desarrollar cultivos alternativos". La producción de coca representa entre el 12% y el 20% del producto interior bruto de Bolivia, según la cotización de la hoja, y da trabajo a 60.000 familias, lo que representa unas 300.000 personas sobre una población total de siete millones de habitantes. "De allí que no se trate de sustituir un cultivo, sino de sustituir una economía por otra".
Los proyectos -en total 78-, destinados a sistemas de riego, al desarrollo de obras de infraestructura y de generación de energía, fueron presentados por el ministro esta semana ante el grupo consultivo para Bolivia del Banco Mundial. Iturralde afirma que "ni Bolivia ni ningún otro país productor de drogas o sus materias primas puede enfrentar en solitario la batalla contra la producción y el tráfico". Ayer, tras el informe a la CE, Iturralde firmó acuerdos de ayuda con el ministro de Cooperación Internacional de Bélgica.
Ayuda económica de EE UU
El Congreso estadounidense ha votado una ayuda de 150 millones de dólares para el plan boliviano, desarrollado hace poco más de un año y presentado en la cumbre de Cartagena en febrero pasado, a la que asistieron los entonces presidentes de Colombia -Virgillo Barco-, Perú -Alan García-, Bolivia -Jaime Paz Zamora- y Estados Unidos -George Bush
Bolivia, al igual que España, es signataria del Convenio de Viena sobre el tráfico de drogas, que entra en vigor el 11 de noviembre y que establece la corresponsabilidad de los países productores, de tránsito y consumidores de drogas. "Nosotros consideramos que es, efectivamente, un problema compartido", señala Iturralde, quien espera de la CE un apoyo financiero para los planes de desarrollo alternativo. El ministro boliviano de Exteriores aspira a que para el 29 de noviembre, cuando se vuelva a reunir la cumbre del Pacto Andino en La Paz, Bolivia sepa con qué apoyo financiero cuenta para sus planes. En línea con estas expectativas, los ministros de Exteriores de la CE acordaron reducir, y en algunos casos eliminar, los aranceles para producto procedentes de Bolivia, Perú y Ecuador, como parte de la ayuda para la eliminación del narcotráfico originado en esos países.
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