Finaliza la 'guerra de la gasolina' en Hungría

La reducción de 12 forintos (18 pesetas) por litro en el alza del precio de todo tipo de gasolina puso ayer fin a los tres días de caos y paralización que ha vivido Hungría por el bloqueo del transporte. El compromiso en la guerra de la gasolina exige que sean despejadas de inmediato todas las autopistas del país y se levanten todas las barricadas de las calles de las ciudades, que obstaculizaban el tránsito.Las negociaciones mantenidas el domingo por la noche en el Ministerio de Trabajo fueron transmitidas en directo por la televisión nacional húngara. Josef Antall, el jefe del Gobierno de centro-derecha, declaró ante las cámaras desde la cama que ocupa en un hospital, donde se encuentra convaleciente tras una intervención quirúrgica, que no había esperado "una reacción de tal envergadura" por el aumento del precio de la gasolina anunciado sorpresivamente la semana pasada. El primer ministro reconoció que debería haberse "preparado a la población".

Las partes negociadoras -Gobierno con empleados y empleadores- decidieron de común acuerdo que el 6 de noviembre el Parlamento decida sobre una ley que liberalice totalmente el precio del combustible. Hasta que la mencionada ley entre en vigor, se prohibió la venta de gasolina en bidones para evitar el acaparamiento y el Gobierno se reservó el derecho de establecer limitaciones en la venta de gasolina o racionarla hasta -la aprobación de la mencionada ley.

La CE adelantó en la cumbre de Roma la concesión de un crédito para ayudar al Gobierno húngaro.