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LA VISITA DEL LÍDER SOVIÉTICO

Raísa se saltó el protocolo más veces que su esposo

Raísa Gorbachova causó más problemas que su marido a los agentes de seguridad soviéticos, pertenecientes al Directorio 9 del Comité de Seguridad del Estado (KGB), por las veces en que se saltó el protocolo. El Directorio 9, que se encarga de la protección de los líderes de la URSS, es conocido con el nombre de la deviatka. Para entenderse, los agentes de la deviatka y los españoles, utilizaban algo de inglés y los servicios de algunos traductores.Para los desplazamientos de Gorbachov, la deviatka había traído unas 12 limusinas negras Zil, los coches en los que viaja la máxima jerarquía de la dirección soviética. Seis coches sirvieron a Gorbachov y su séquito durante su estancia en Barcelona. Los vehículos habían llegado en dos aviones de carga Ilyushin 76 desde Moscú y regresaban ayer a la capital soviética.

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En sus viajes, Gorbachov se desplaza siempre en una comitiva formada por varios coches idénticos. Los vehículos van cambiando de lugar en el cortejo y nadie sabe exactamente cuál es el coche en el que viaja el presidente, de quien no se separa nunca el jefe de su escolta personal, el general VIadimir Medvedev. Ayer, al abandonar el palacio de Pedralbes, el general Medvedev se sentó junto al chófer de Gorbachov e inmediatamente se colocó un auricular en la oreja.

Vehículo de comunicaciones

Entre el asiento trasero, donde se sentaban los Gorbachov, y el asiento delantero del chófer existe espacio suficiente para dar cabida a varios agentes de seguridad, que por lo general viajan con el cuerpo apoyado en las ventanillas, de tal manera que resulta prácticamente imposible saber desde el exterior del vehículo quién viaja en su asiento trasero. El vehículo de comunicaciones constituye una unidad especial de la caravana que Gorbachov ha utilizado varias veces entre un acto y otro de su programa oficial.

Durante sus viajes al extranjero, Gorbachov ha visítado varias veces, además de la capital del país, una segunda ciudad. Cuando estuvo en China, en mayo de 1989, el líder soviético se desplazó a Shanghai para pasar allí unas cuantas horas. En Italia, en noviembre del mismo año, acudió a Milán también durante varias horas y se reunió allí con empresarios antes de volar a la isla de Malta, donde debía celebrar una cumbre con el presidente norteamericano George Bush. En su último viaje a EE UU, Gorbachov se desplazó hasta San Francisco.

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