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LA VISITA DEL LÍDER SOVIÉTICO

Gorbachov abandona España impresionado por la "gran demostración de solidaridad" que ha recibido

El presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, concluyó, a las 16.50 de ayer su visita oficial de tres días a España. A esa hora despegó del aeropuerto de El Prat, en Barcelona, el avión Ilyushin que le trasladó a París. El premio Nobel de la Paz abandonó la capital catalana muy impresionado por el hecho de que todos sus interlocutores españoles le preguntaran cómo podían ayudar a la perestroika. Así lo puso de manifiesto en el almuerzo que le ofreció el príncipe Felipe y las autoridades catalanas en el palacio de Pedralbes. Gorbachov y su esposa, Raísa, fueron aclamados por miles de barceloneses durante su visita al Anillo Olímpico y al Museo Picasso.

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"Estamos emocionados". Celebrando la especial sintonía con los españoles y el calor popular con que le arropó el pueblo de Barcelona, se despidió el presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, en su última jornada de visita en España. Las gentes se arremolinaron ante los lugares que visitó: el Anillo Olímpico de Montjuïc y el Museo Picasso. Y en un brindis improvisado en el palacio de Pedralbes, respondiendo al del príncipe Felipe, el jefe de Estado de la URSS correspondió a la acogida que le ha brindado España calificándola de "una gran demostración de solidaridad". El apoyo financiero protocolizado en la visita, y cuyos detalles deben concretarse próximamente, suponen, junto a los de Italia y de Alemania, un respiro de tres meses para la difícil coyuntura soviética, según fuentes de la delegación que acompañó a Gorbachov.Ayudar a la 'perestroika'

"Lo que más me ha asombrado es que todos, empezando por el Rey, me han preguntado: "¿Qué podemos hacer para ayudar a vuestra perestroika?", manifestó Gorbachov en un brindis no leído pronunciado al final de un almuerzo en el palacio de Pedralbes, en respuesta a unas palabras de bienvenida a la capital catalana del Príncipe Felipe, en su calidad de presidente de honor del Comité Olímpico de Barcelona (COOB). "Entiendo", añadió el estadista, continuando el tono inhabitual, nada protocolario, de sus intervenciones, "que esto es una gran demostración de solidaridad. Tengo la impresión, después de estos días, de que la solidaridad de los españoles por lo que estamos haciendo es muy grande". "Tenemos mucho en común en lo que más nos preocupa", sentenció.

El líder soviético afirmó que salía de España "con la seguridad de que nuestras relaciones [bilaterales] van a tener un nuevo auge", dicho con una expresion de abierta satisfacción por el de sarrollo de su visita, "que no ha sido corta, porque las estancias no se miden por su longitud sino por su importancia".

Aludiendo a la crítica situación que vive su país, Gorbachov comentó que "de los próximos meses depende el camino que vayamos a seguir en nuestro propósito de reformas".

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Gorbachov añadió un toque personal a sus palabras, hablando por primera vez de su jubilación. Fue cuando se lamentó de haber tenido "sólo unos instantes para ver esta ciudad, pero de estos instantes ha nacido un deseo de volver a visitar Barcelona, sin atraer tanta atención; espero hacerlo, y aunque cada uno tiene el derecho a jubilarse, espero hacerlo antes de esa fecha".

Anteriormente, don Felipe haciéndose eco de la juventud española, manifestó "la profunda admiración que sienten los jóvenes por su figura y el reconocimiento por el esfuerzo, paciencia y sabiduría con que diestramente dirige los cambios en su país".

Fuentes del Gobierno catalán señalaron, por su parte, que el Gobierno español ha perdido una "ocasión histórica" al no aprovechar la visita de Gorbachov a Barcelona para mostrarle cómo es posible la convivencia dentro de un mismo Estado de nacionalidades con una personalidad tan acusada como Cataluña, en contra de lo que sucede con las repúblicas soviéticas que han declarado su indepedencia. Lo apretado de la agenda del mandatario soviético y el retraso del programa durante las cuatro horas que el Premio Nobel de la Paz permaneció en Barcelona llevaron a anular el encuentro entre Gorbachov y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

Las mismas fuentes han lamentado la marginación que, a su juicio, ha sufrido la Generafitat en la organización del viaje y los supuestos desplantes que sufrió Jordi Pujol durante la visita -fue desplazado de la primera fila de personalidades durante la visita al Anillo Olímpico-, así como que el periplo por Barcelona estuviese vacío de contenido político.

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