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Aparecen frescos mudéjares en Salamanca

Se estima que pueden ocupar la mitad de los muros de la catedral vieja

El conjunto catedralicio de Salamanca suma a sus valiosísimos contenidos histórico-artísticos la aportación de frescos hasta ahora tapados por la cal en la catedral vieja. Se cree que las pinturas, todavía semitapadas y fechadas -en principio- en los siglos XIII y XIV, pueden ser más numerosas, hasta el punto de ocupar quizá prácticamente la mitad de los lienzos del templo románico. Las sospechas se extienden a otras muestras que pueda ocultar el retablo de Nicolás Florentino en la capilla mayor, con el apoyo de, bases documentales. Los hallazgos van del mudéjar al franco-gótico.

El canónigo Daniel Sánchez y Sánchez, catedrático de la universidad de Salamanca, comenzó a observar que el desconchado de la cal en algunos muros de la catedral vieja permitía apreciar policromías. Durante años y día a día, sin dejarse llevar por la rutina, centró su atención en esos muros."Desde hace un año", señala ahora, "pude establecer que tanto en el ábside del altar mayor como en el muro exterior de la capilla de San Martín o del Aceite se confirmaba la sospecha de la permanencia de frescos cubiertos por la cal".

Durante los últimos meses, el canónigo y profesor universitario se dedicó a estudiar los frescos y lo comunicó al catedrático de arte de la universidad, Julián Álvarez Villar.

Se estima que las pinturas del muro de entrada a la capilla de San Martín "seguramente pueden fecharse en el siglo XIII, por sus características con una dominante mudéjar y también influencia franco-gótica. Esa referencia no sería rara en Salamanca porque no faltan elementos que lo justifiquen", afirma Daniel Sánchez.

La decoración con elementos geométricos sobre la parte inferior del muro ya es apreciable, aunque hasta el momento nadie se haya fijado en ella, seguramente porque expertos y visitantes ponen toda su atención en las policromías de la capilla, fechadas en 1262 y primeras pinturas medievales firmadas, a cargo de Antón Sánchez de Segovia. En el mismo muro, sobre la decoración geométrica de motivos mudéjares, aunque con la cal aún consistente, se puede apreciar también un friso en el que los motivos vegetales se combinan con figuras humanas. Con todo, en esa zona domina un frontón rematado por una cruz, que se considera pintura superpuesta desde quizá a finales del siglo XVII, sobre los frescos primitivos.

Daniel Sánchez afirma que entre los frescos que ahora se dan a conocer y que únicamente se entrevén, y las pinturas de la inmediata capilla, considerada un auténtico santuario de ese tipo de expresión artística, "se establece una relación que viene marcada no sólo por la proximidad sino por un nexo estilístico exacto, sobre todo, con el pantócrator y sus trazos".

También el presbiterio

El tiempo originó el desprendimiento de la cal de los muros de cantería en la parte superior izquierda del presbiterio de la catedral, donde el canónigo Daniel Sánchez advirtió policromías más homogéneas pero también más firmes que las de la parte trasera del templo. Hoy el desconchado es lo suficientemente amplio como para permitir apreciar una formación de guerreros con sus lanzas e incluso parte de un caballo.

Los 26 años que Daniel Sánchez lleva en la catedral le han permitido escrutar detenidamente los muros de piedra cubiertos por la cal y por ello se permite sospechar que "lo más probable es que los lienzos del lateral y crucero derechos también cuenten con frescos que estén tapados".

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