Un problema de formación
M. P.O. Siendo una técnica de tan evidentes ventajas, ¿cómo es posible que no se haya introducido más rápidamente? El profesor Harry Reich asegura que no es porque existan contraindicaciones, sino por un problema de formación. "Hay muchos cirujanos, pero no todos pueden operar por esta técnica, porque requiere una habilidad especial y una sólida formación como laparascopista. Existen además ciertas inercias. En Estados Unidos se practican 650.000 extracciones de útero al año por cirugía convencional, de las cuales el 70% sigue haciéndose practicando un gran corte en el abdomen, y sólo el 30% mediante extracción a través de la vagina, cuando es evidente que esta segunda modalidad es mucho más ventajosa para la paciente en determinados casos. De los 30.000 cirujanos que practican histerectomías, sólo una decena ha recibido entrenamiento para hacerlo por laparoscopia. Pero estamos trabajando en un programa que permitirá que en 1991 haya ya un millar de médicos formados".
Ramón Labastida, de la clínica Dexeus, se muestra sin embargo mucho más cauto en esta cuestión. Firme defensor de la cirugía laparoscopia en las demás intervenciones, en el caso de la histerectomia considera que los resultados no están todavía suficientemente probados como para generalizar su uso. "La intervención dura más tiempo y es más complicada, porque el útero está sujeto por ligamentos fuertes y tiene una importante vascularización. Hay problemas que no están del todo resueltos. Estaría indicada en un número todavía muy limitado de casos y en el supuesto de que el. equipo médico esté perfectamente entrenado y disponga del utillaje adecuado".
"No puede afirmarse todavía, ni mucho menos, que sea una alternativa porque aún no da los resultados que debiera y debe perfeccionarse. Es una técnica en experimentación aplicable sólo en muy determinados casos", concluye Labastida.
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