La economía de mercado se abre paso en la URSS
La transición desde una economía centralizada y planificada hacia una economía de mercado en la URSS fue aprobada ayer por el Sóviet Supremo (Parlamento) soviético, que, tras semanas de tormentosos debates, aprobó con gran facilidad el plan, con carácter de marco general, avalado por el presidente, Mijaíl Gorbachov. El texto de la discordia, titulado Directrices básicas para la estabilización de la economía y el paso a la economía de mercado, está concebido para un periodo de año y medio o dos años y no resuelve el tema de la privatización de la tierra, que queda, según dijo Mijaíl Gorbachov, para que lo resuelva "el pueblo".
El líder, partidario de convocar un referéndum para decidir sobre la propiedad privada del suelo, se inclinó ayer por el "arriendo de por vida" con posibilidad de dejar la tierra en herencia.Las dos cámaras del Parlamento aprobaron rápidamente, por 356 votos a favor, 12 en contra y 26 abstenciones, el texto producto de una síntesis entre el plan más conservador propuesto por el Gobierno de Nikolái Rizhkov y el Plan de los 500 Días, la variante de reforma más radical adoptada por la Federación Rusa y apoyada por el académico Stanislav Shatalin, miembro del Consejo Presidencial de la URSS.
Gorbachov defendió ayer la opción socialista de la URSS, dentro de la cual va a desarrollarse el mercado, concebido como instrumento de relación económica no ideológico. El líder dijo que, teniendo en cuenta las tradiciones históricas, lo más probable es que en el futuro se conserve el predominio de las "fórmas sociales" dé propiedad dentro de un sistema que contempla también la propiedad privada allí donde sea más efectiva. Cualquier programa de paso al mercado, dijo Gorbachov, está condenado al fracaso si no cuenta con la soberanía de las repúbl«cas soviéticas.
La Federación Rusa, la mayor de las 15 repúblicas federadas, ha adoptado el Programa de los 500 Días, y la cuestión es ahora saber en, qué medida será compatible este plan, que contempla una amplia privatización, con el que se aprobó a nivel estatal. Dado el carácter vago y general de este documento, varios diputados, entre ellos el alcalde de Leningrado, Anatoli Sobehak, pronosticaban que -su carácter dependerá de quién vaya a ponerlo en práctica. Si el gestor es Nikolái Rizhkov, decía Sobchak, "no resultará nada positivo".
Aunque los economistas más radicales creen que Gorbachov se ha unido a los sectores másconservadores representados por Nikolái Rizhkov, observadores políticos advertían que en los círculos próximos a Gorbachov se habla ya de crear un nuevo mecanismo de poder ejecutivo en toda la estructura del Estado subordinado al presidente y no al jefe del Gobierno. Este mecanismo, para lo que se baraja la institución francesa de los prefectos, dejaría la estructura gubernamental fuera de juego.
Irritación contra Yeltsin
Gorbachov reveló ayer su Irritación personal contra Borís Yeltsin, el presidente del Parlamento de la Federación Rusa, a quien acusó de actuar de forma "Inmoral" al intentar transformar el programa de estabilización económica en "objeto de juegos políticos". El martes, Borís Yeltsin había asegurado que el plan presidencial está condenado al fracaso y producirá un aumento de la inflación, que según las estimaciones de Stanislav Shatalin es de un 20% este año.
Gorbachov acusó a Yeltsin de llevar a cabo una política de "enfrentamiento" y no de consolidación. Las palabras de Yeltsin son 11 extrañas por no decir más", afirmó Gorbachov, según el cual el Gobierno de Rusia es corresponsable del aumento de la inflación al haber aumentado los precios de compra de productos agrícolas a los campesinos. Los representantes rusos aseguran que tal medida fue motivada por el anuncio anticipado de aumentos de precios realizado por el Gobierno de Nikolái Rizhkov, lo que proprovocó que los productores retuvieran existencias.
Gorbachov rechazó la idea de una coalición con Yeltsin basada en el "ultimátum". En una confereácia de prensa, Shatalin dijo tener intención de hablar con Borís Yeltsin, que está descansando en el norte del Cáucaso. Shatalin asumió un tono conciliador y dio la impresión de que, pese a no estar satisfecho con el plan, está dispuesto a construir puentes entre la Federación Rusa y el centro e inclinar la práctica económica al lado radical.
El esquema de Gorbachov quiere potenciar el Consejo de la Federación, el organismo adscrito al presidente que coordina a las 15 repúblicas soviéticas, cada una de las cuales se resiste a adoptar automáticamente las directrices del centro.
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