La figura del general Pinochet complica la organización de la visita de los Reyes a Chile

El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas chilenas, el general Augusto Pinochet, y su tensa relación con el presidente Patricio Aylwin complican la organización de la primera visita oficial que los Reyes efectuarán a Chile el 17 de octubre, según fuentes allegadas a la preparación del viaje. Tras asistir en Santiago a la firma del tratado de amistad y cooperación hispano-chileno, don Juan Carlos y doña Sofía viajarán el 22, también por primera vez, a Paraguay, y concluirán su gira el día 24 en Caracas.

La toma de posesión de Aylwin, el pasado mes de marzo, fue ya un ejercicio delicado desde un punto de vista protocolario porque la mayoría de los delegados extranjeros que se desplazaron a Chile, empezando por el presidente Felipe González, evitaron coincidir con Pinochet en el acto en el que el nuevo presidente recibió la banda presidencial. Retrasaron su llegada a Santiago un día.

Pinochet no es ya jefe de Estado, aunque "su sombra planea también sobre la visita real", comenta un diplomático. Aylwin y el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, se entrevistaron en Lima en julio con motivo de la toma de posesión del presidente peruano, Alberto Fujimori. En aquella reunión, Aylwin comentó la posibilidad de que los Reyes asistieran a una revista naval cuando visitaran Valparaíso el 18 de octubre.El presidente chileno sugirió veladamente que, en esa ocasión, o en su discurso ante el ,Congreso, con sede en la misma ciudad portuaria, don Juan Carlos podría dar una lección de democracia a las Fuerzas Armadas chilenas, ensalzando, por ejemplo, el apego de los ejércitos españoles a los valores democráticos. A su interlocutor español le pareció una buena idea. Pero cuando, en septiembre, una delegación española estuvo en Chile para ultimar los detalles de la estancia real, sus interlocutores cancelaron la revista naval. En Exteriores se sospecha que el enfrentamiento entre Aylwin y Pinochet y el temor a que se reprodujesen incidentes como el del 19 de septiembre, en el que un grupo de oficiales insultó a gritos al presidente y vitoreó al comandante en jefe de las FF AA, incitaron al Gobierno chileno a anular el acto.Cena en la MonedaEs posible, sin embargo, que los

Reyes tengan la oportunidad de toparse con Pinochet en la cena de gala que les será ofrecida el 17 de octubre en el palacio presidencial de la Moneda. El protocolo chileno,que desde que la reina Isabel II de Inglaterra visitó el país á principios de los setenta no ha acogido a ningún monarca en viaje oficial, ha aprendido, no obstante, el oficio en tan sólo ocho meses. Para evitar la presencia del general en los actos oficiales opta a veces por invitarle, explica un diplomático español experto en protocolo, como comandante en jefe de las FF AA en lugar de ex jefe de Estado y, en consecuencia, queda peor colocado. Molesto por su ubicación, declina asistir. ¿Sucederá lo mismo el 17 por la noche? Los organizadores españoles del viaje esperan que sea así, porque preferirían evitar que se tome una fotografía de Pinochet saludando al Rey. "Si viene y se acerca, don Juan Carlos nunca le dará la espalda, sino la mano", subraya, sin embargo, el mismo diplomático. "Ante todo hay que manifestar un respeto por las personas", concluye.Pinochet es, sin duda, un especialista en saltarse el protocolo. Cuando, en tiempos del presidente James Carter, acudió a Washington para asistir a la firma del nuevo tratado de Panamá, preguntó a voces al jefe de Estado de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, si no le quería dar la mano y el interpelado no tuvo más remedio que saludarle.Además de Pinochet, los indios mapuches serán, probablemente, otro factor de perturbación de la visita real. Las organizaciones que les reagrupan han anunciado protestas a las que intentan incorporar a otras tribus como los aymaras, huillices, lafquenches, rapanuies, pehuenches etcétera.

"Los indios no debemos festejar nuestra propia colonización", afirmó en agosto, en una clara alusión al V Centenario del Descubrimiento, el representante mapuche José Luis Levi, "porque aquí no se produjo un encuentro entre dos culturas, sino una invasión española que acarreó la destrucción de nuestro pueblo". Los indígenas (1,2 millones) representan el 10% de la población de Chile.