Los ojos de la ley
Tres cámaras fijas, una unidad de grabación y control y micrófonos para todos los participantes componen el equipo instalado hasta ahora en las dos salas de vistas de Bilbao y la única de Vitoria.
Las cámaras estáticas apuntan al estrado de los jueces, a la tribuna desde donde prestan declaración testigos, peritos y acusados y al público. El presidente de la sala puede escoger en cada momento, mediante un interruptor situado a su espalda, la grabación de uno de los tres planos posibles o una combinación de varios en pantalla partida.
La instalación de dos cámaras adicionales para recoger imagen de los abogados (defensores o acusadores) y los fiscales se ha descartado de momento en Bilbao. Se considera imprescindible recoger su voz y el tono de sus intervenciones pero no la imagen, porque la expresión de los rostros carece en este caso de significado para la evaluación de la vista oral. El problema no se plantea en la sala de Vitoria, donde con las tres cámaras basta.
El secretario de la sala se hará cargo en cada caso de la custodia de las cintas, una vez terminada la grabación, para garantizar su integridad e impedir cualquier posible manipulación o su uso fuera del ámbito judicial. Las cintas no van a sustituir del todo al acta del secretario, pero según Juan Saavedra, presidente de la Audiencia de Vitoria, permitirán hacerlas más breves y sintéticas. La legislación española no prevé expresamente el empleo del vídeo en los juicios. La ley de Enjuiciamiento Criminal se refiere siempre a "documentos" como piezas de trabajo de la administración de justicia.
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