Cheney confía en que el embargo y el despliegue militar disuadan a Sadam Husein

El secretario de Defensa norteamerícano, Richard Cheney, aseguró ayer en Madrid que confía en que la presión combinada del despliegue militar en el Golfo y el embargo económico sean suficientes para persuadir a Sadam Husein de que debe retirarse de Kuwait. Cheney, que compareció en una conferencia de prensa junto a su colega español y anfitrión, Narcís Serra, aseguró que las fuerzas de EE UU desplegadas en la zona tienen una función meramente disuasoria, para atender la petición de ayuda de Arabla Saudí y "reforzar las acciones económicas votadas por Naciones Unidas".Cheney se esforzó por destacar que las tropas norteamericanas se encuentran en el Golfo "bajo los auspicios de la ONU" y que sus objetivos son los mismos que los de dicha organización: la retirada de Irak, el restablecimiento del gobierno legítimo de Kuwait y el logro de una paz estable en la región. El secretario de Defensa norteamericano eludió contestar a la pregunta de si había pedido a las autoridades españolas que envíen más fuerzas militares a la zona, alegando que no es de su competencia, aunque admitió que "hemos fomentado que otros países contribuyan según sus deseos y posibilidades" y agregó que "estamos encantados de poder compartir esta misión conjunta".

Portavoces españoles y norteamericanos coincidieron en que Cheney no realizó ninguna petición de apoyo suplementario al Gobierno español para afrontar la crisis. Fuentes de la Moncloa indicaron que el responsable norteamericano de Defensa expresó su "aprecio y respeto a la postura adoptada por España". Una vez manifestada por el Gobierno español la disposición a apoyar logísticamente el despliegue militar norteamericano, futuras solicitudes de apoyo se tramitarán por vía ordinaria a través de la Embaja de EE UU en Madrid.

Armas para Arabia Saudí

Cheney confirmó que su Gobierno y el británico han llegado a un acuerdo para coordinar las fuerzas terrestres que ambos países han enviado a Arabia Saudí y estimó que la coordinación no es tan necesaria entre las fuerzas navales, como las aportadas por España. También se mostró convencido de que EE UU venderá un importante paquete de armamento a Arabia Saudí, superando las reticencias del Congreso, y señaló que el presidente Bush, en ejercicio de su capacidad ejecutiva, ha vendido ya aviones y carros de combate M-60 a Riad. "Es crucial", dijo, "satisfacer las necesidades de seguridad de nuestros amigos del Golfo".

Durante su visita de 24 horas a Madrid, Cheney fue recibido en audiencia por el Rey y se entrevistó con el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y con el presidente del Gobierno, Felipe González, además de mantener varios encuentros de trabajo con su colega, Narcís Serra.

Ambos ministros acordaron verse al menos una vez al año y destacaron la normalización y madurez de las relaciones defensivas entre los dos países, una vez superados los problemas que produjo la negociación del convenio bilateral, de cuya aplicación se mostraron satisfechos. Por su parte, Felipe González le manifestó la necesidad de que se mantenga "la unidad y cohesión internacional" frente a Irak y se busquen una salida pacífica a la crisis en el marco de las Naciones Unidas, según fuentes de Presidencia.

Esta mañana, Cheney partirá de Madrid rumbo a Portugal, el otro país de la OTAN que no había visitado todavía.