Las piernas de Cyd Charisse y el humor de August Coppola brillan mas que las películas
A falta de relumbrantes películas, buenas son estrellas, han debido de pensar los organizadores del certamen donostiarra, a la vista del plantel de fíguras con que ayer arrancó esta 38º edición del festival de San Sebastián. Se diría que el certamen ha querido cubrirse las espaldas con Cyd Charisse, la propietaria de las piernas, quizá, más maravillosas de la historia del cine, y con August Coppola, hermano de Francis Coppola y productor de películas como Apocalypse now.
Estas dos figuras del buen cine norteamericano protagonizaron, indudablemente, la primera jornada, mucho más que las endebles películas presentadas en la sección oficial. Como no podía ser menos, la reina de la comedia americana, que a sus 68 años, sigue suscitando aquí exclamaciones reverentes del estilo de : "¡Qué mujer!", nos ha recordado los buenos tiempos de Hollywood."Aquellas grandes películas musicales tenían un texto fundamental. La comunicación estaba en la música y el baile y fueron posibles" dice, "gracias a una maquinaria bien engrasada que contaba con grandes técnicos y profesionales".
Una opinión que, contra lo que pudiera parecer, Cyd Charisse formula más desde la constatación que desde la nostalgia. "Antes se hacían 20 películas musicales al año y ahora se necesitan dos años para crear una sola".
Simpática, elegantísima, vestida de plata y negro, la protagonista de La bella de Moscú fue la estrella que brilló con luz propia en una ceremonia inaugural que tuvo un momento jocoso, cuando el alcalde de la ciudad desafió al idioma inglés en un lucha marcadamente desigual.
Ayer tarde, Cyd Charisse mostró, por fin, sus piernas en una pose cuidada y elegante durante el único encuentro de 45 minutos reglamentarios que mantuvo con los medios de comunicación. Ya es abuela y dice que "Eso es lo más fantástico que se puede ser en este mundo". Para evitar equívocos, la actriz norteamericana subrayó que sigue trabajando: "En 1988 hice 8 meses seguidos de teatro en Londres, luego he rodado en California y Paris un documental sobre la danza y acabo de terminar un vídeo sobre ejercicios de gimnasia". Declaró que nunca habla de política, religión o de matrimonio, destacó como el mejor director que ha tenido a Vincente Minnelli, insistió en la idea de que "el cine musical ha muerto, porque hoy no existen compositores como Cole Porter capaces de hacer música romántica". Una de las razones de que la comedia musical fuera tan popular fue, explicó, "que los censores abrían un poco la mano y permitían que las chicas enseñaran sus piernas".
El productor August Coppola fue el otro gran protagonista de la jornada y con su presencia el festival rindió homenaje a los 20 años de vida de los estudios Zoetrope. Festivo y jovial, el hermano de Francis Ford Coppola y padre del hoy famoso actor Nicholas Cage, afirmó: "Los jóvenes cineastas norteamericanos son fantasiosos pero no tienen imaginación", y que Batman y otras grandes producciones "esterilizan las aspiraciones del pueblo americano".
A la pregunta de si su hermano se ha repuesto ya de las pérdidas de Corazonada, el productor respondió que Francis Coppola ha liquidado sus deudas.
Babelia
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