Solana anuncia la oposición del Gobierno a la explotación minera de la Antártida

El ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, anunció ayer, el compromiso del Gobierno español en favor de la protección ecológica de la Antártida y contrario, por tanto, a la explotación minera del continente helado. Solana aseguró que ésta será. la posición oficial española en la conferencia extraordinaria que sobre el Tratado Antártico se celebrará a finales de noviembre en Santiago de Chile.

Este acuerdo, en vigor desde 1961 y firmado por 35 países, establece las normas de investigación científica y cooperación internacional sobre la región. Asimismo España no se adherirá al Convenio de Wellington, que regula las actividades mineras en la Antártida, aprobado en 1988 y que aún no ha entrado en vigor. Australia y Francia, países que junto con Argentina, Chile, Noruega, Reino Unido y Nueva Zelanda poseen territorios en la Antártida, se retiraron del Convenio en 1989 para apoyar posiciones conservacionistas.Solana justificó la decisión del Gobierno afirmando que Ia Antártida es una gran instalación científica de carácter interdisciplinar e internacional" con mucho mayor interés que los hipotéticos beneficios que se derivarían de su explotación minera. El ministro señaló quela extracción del petróleo que atesora la Antártida, un 15%, de las reservas actualmente existentes en Oriente Próximo, sería de "escasa rentabilidad" dada su dificil explotación al encontrarse a más de 2.500 metros bajo el hielo. En cuanto a los recursos pesqueros, dijo que las especies más interesantes, como pueden ser las ballenas, están ya protegidas por acuerdos internacionales.

Impacto ambiental

El ministro de Educación afirmó que la posición del Gobierno está basada en el informe final que sobre la materia ha redactado la comisión interministerial del Programa Nacional Antártico. En dicho informe se advierte que la explotación petrolífera de la Antártida, además de las dificultades para su extracción y su lejanía geográfica de los centros de refinamiento, distribución y comercialización de oro negro, "traería consigo un fuerte impacto ambiental derivado de las propias instalaciones y de los contaminantes y residuos que se generarían en su extracción". En el informe se añade que esta explotación minera acabaría por provocar una situación de desequilibrio de la actual situación geopolítica de la Antártida".El informe defiende la protección ecológica de la Antártida con los siguientes, entre otros, argumentos científicos: la Antártida es un registro de la historia climática de la tierra, un reducto de especies, una zona de glaciarismo original y está sujeta a la tensión medioambiental de todo el planeta por la amenaza que representa la debilitación de la capa de ozono y el riesgo de disminución de la cobertura de hielo por el efecto invernadero.

Previamente el Pleno del Senado había aprobado por unanimidad una moción presentada por el grupo Socialista en favor también de la protección y conservación de la Antártida.