Expertos en obras públicas debaten el impacto ambiental de las autopistas

Antonio José Rojo, presidente de la Empresa Nacional de Autopistas (ENAUSA) y coordinador del seminario Autopistas, ordenación del territorio y protección del medio ambiente, inaugurado ayer en la universidad Menéndez y Pelayo de Santander, puso como ejemplo de la necesidad de los estudios de impacto ambiental en la realización de obras públicas el hecho de que en el anteproyecto de autopista de peaje Alicante-Castagena "se hayan evitado afectar a las lagunas de Santa Pola y Torrevieja y a la feracidad de las huertas de Elche". Rojo señaló que estos estudios son una exigencia legal y miden los efectos socioecónomicos, paisajísticos, y acústicos de los nuevos corredores viales.

Aunque es imposible evaluar globalmente el coste de la eliminación de los impactos ambientales en la construcción de autopistas, el presidente de ENAUSA, manifestó que si el coste de las autopistas españolas de llanura es equivalente al de la media,curopea, "las de montaña son junto con las de Austria las más caras de Europa debido a la orografla de nuestro país". Rojo insitió en que las inversiones del Estado español en infraestructuras habían aumentado desde 1985 y que se había agilizadó el pago de las expropiaciones.

Por otra parte, Javier Mauleón, subsecretario del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), afirmó que en los siete primeros meses de 1990 han entrado en servicio 386 kilómetros de nuevas autovías y otros 400 lo serán antes de que termine el año, informa Jesús Delgado desde Santander. Mouleón añadió que desde que se inició el Plan General de Carreteras han desaparecido debido a la construcción de variantes más de 120 travesías urbanas en España.