Nueva marca española en préstamos patrimoniales

Casi coincidiendo con el primer aniversario de nuestro histórico préstamo de cuadros de Velázquez al Museo Metropolitano de Nueva York - 18 obras, 17 de las cuales eran propiedad del Museo del Prado, lo que supuso prácticamente la mitad de lo exhibido en Nueva York-, volvemos a prestar otro tanto de El Greco, figura capital asimismo del arte moderno, y del que nuestro país posee una de las más completas y mejores colecciones.En esta ocasión, son 17 los cuadros españoles que se han enviado a Creta, lo que supone, teniendo en cuenta que la exposición tiene 33 obras, una nueva marca internacional: más del 50% de la muedra.

Pero como cada marca no debe mejorar sólo la cantidad anterior, sino también la calidad, y ya parece indiscutible que nuestros responsables oficiales se esfuerzan y consiguen a este respecto ir progresando, ahora el destino de este descomunal lote patrimonial no es ninguna importante, populosa, rica y culta metrópoli -donde, al margen de las garantías de conservación que puede ofrecer uno de los mejores museos del mundo, se puede abrigar la esperanza de una visita pública masiva-, sino la isla de Creta, cuya fácil accesibilidad se aprecia echando un simple vistazo a un mapa del Mediterráneo.

Aniversario

¿El móvil? El Greco nació en Creta, y, por si fuera poco, se celebra el 450º aniversario de este nacimiento, claro, si se confirma, que no es seguro, que nació en 1540, pues se duda si fue ese ano o el siguiente, además de no haber otra prueba que una declaración del propio pintor pocos años antes de morir.

Hace poco, el director del Museo del Prado, Alfonso Pérez Sánchez, quizá para justificar que la reciente muestra velazqueña anulara la posibilidad de celebrar el próximo cuarto centenario del nacimiento del genial pintor sevillano, 1599-1999, se declaró poco partidario de estas conmemoraciones, con lo que no nos cabe la menor duda del descontento que le habrá producido dejar cuatro obras de su museo para este cuarto y mitad centenario de El Greco. Pero, si al director del Prado no le parece bien, ya se lo parecerá a cualquier otro de los bien dispuestos funcionarios con mando de Cultura o Asuntos Exteriores.

En cualquier caso, hay que ser positivos: en tres anos consecutivos hemos hecho sistemáticos y abundantísimos préstamos de Zurbarán, Goya y Velázquez al Museo Metropolitano, y, la verdad, ninguno de estos tres maestros nació en Nueva York; con lo que ahora se da un paso adelante: las futuras conmemoraciones centenarias o centenarias y media habrán de celebrarse en el lugar de nacimiento de los artistas o donde se produzca un congreso.

En la exposición de Creta se dan las dos circunstancias. Más aún: como, cada día, estos animosos funcionarios culturales que nos gobiernan quieren que progresemos más, no me cabe duda de que la anunciada gran exposición de Ribera, no tendrá ya lugar en el Prado, ni en Nápoles, sino en Játiva, donde nació El Españoleto, a cuyo alcalde brindo la idea de que monte un congreso, con lo que los museos le prestarán el doble de cuadros.